Durante el año 1706 François escribió una obra a la que llamó la tragedia Amulius y Numitor, de las cuales fueron descubiertas años después de su creación, algunas porciones que se divulgaron en el siglo XIX. Entre 1711 y 1713 consiguió graduarse como abogado. Paralelo a esto logró conseguir el cargo de secretario en la embajada francesa ante la Haya, un trabajo del que sería despedido por motivos a un noviazgo con la francesa Catherine Olympe. Al mismo tiempo de todo esto comenzó a escribir su tragedia Edipo que fue publicada en el año 1718.
Con motivo de la muerte de Luis XIV, el duque de Orleans se encargó de la administración y François escribió una crítica contra del duque y su hija, razón por la cual sería enviado a la cárcel durante un año en las Bastilla, tiempo que no desaprovechó, ya que se dedicó a estudiar literatura. Luego de su liberación, fue exiliado a Châtenay-Malabry, en donde tomaría como sobrenombre Voltaire.
Este personaje obtuvo su fama gracias a los escritos literarios, entre los que se pueden resaltar sus obras filosóficas. Voltaire no veía oposición entre un pueblo alienante y una persona que era abrumada, planteado y defendido por Jean-Jaques Rousseau, sino que observaba un sentimiento universal y esencial de la justicia el cual debía sentirse en las sociedades.
Los textos de Voltaire se caracterizaron por la sencillez del lenguaje, evitando la utilización de cualquier tipo de énfasis. Experto en la ironía, la empleó siempre para protegerse de los enemigos. En 1778, Voltaire decide regresar a París, con un amparo especial y en mayo de ese mismo año termina falleciendo.