Sus síntomas son similares al dengue y al chikungunya, donde el paciente infectado presenta rosetas tipo maculo-papulosas o pequeños puntos, ambos rojizas sin sensación de comezón o urticaria (parecido al sarampión), a su vez se aprecia artralgia (dolor en articulaciones), cefalea intensa (dolor de cabeza), mialgias (dolor muscular), lumbalgias (dolor en la porción baja de la espalda), hiperemia ocular (ojos enrojecidos) sin secreción conjuntival ni prurito, acompañado de hipertermia (fiebre), inflamación de manos y pies, edema (acumulación de líquido) en miembros inferiores, astenia (debilidad), falta de apetito, dolor abdominal, y trastornos gastrointestinales (diarrea, náuseas y vómitos).
Su modo de trasmisión es por medio de la picadura del Aegypti infectado con el virus, este posee un periodo de incubación aproximado a 7 días, es decir posterior a una semana de la picadura del vector infectado, se comenzará la apreciación de los síntomas de la enfermedad antes expuestos. Para la prevención del virus se aplican los mismos métodos para prevenir dengue o chikungunya, los cuales se reducen a la utilización de diferentes métodos que ahuyentan a los vectores involucrados: mosquiteros para dormir, vaporizadores de insecticidas, empleo de repelente, utilización de ropa que cumpla con una buena cobertura de la piel, reducción de criaderos de mosquitos como contenedores de aguas, floreros, botellas, charcos, cauchos con agua, entre otros, a su vez se recomienda no mantener contacto o permanecer en una misma habitación que el enfermo.