El estrógeno se mantiene hasta los 25 años de la mujer adulta, menguando continuamente, el organismo busca una solución luchando contra este descenso, por medio de dos hormonas: la FSH, que estimula el óvulo y la LH, la Leutizante. Estas hormonas aumentan en el organismo femenino y son responsables de los malestares de la menopausia como los golpes de calor y las sudoraciones nocturnas. Estabiliza el organismo manteniendo la tensión de la piel, lubrica las uniones entre los huesos y fortalece a estos mismos, disminuyendo el riesgo de padecer arteriosclerosis y mantiene en condiciones óptimas los vasos sanguíneos. Al disminuir los niveles de estrógenos en el organismo de la mujer, comienza el proceso de la menopausia, aumentando el riesgo de padecer osteoporosis, en esas condiciones se utiliza terapias de reemplazo de estrógenos, como el HRT que se conoce mejor como la droga maravilla, siendo creada para mejorar la calidad de vida durante la menopausia, también hay suplementos de las isoflavonas que no poseen efectos secundarios.
La función del estrógenos en el organismo femenino son importantes, como es ayudar a metabolizar las grasas y el colesterol en la sangre, ayuda a formar la silueta femenina, evita la pérdida del calcio en los huesos, así como mejora el estado de ánimo como la depresión, estimulando así el libido y facilita la vida sexual femenina, aumenta el colágeno y forma los principales componentes del tejido conectivo, mejorando la elasticidad de la piel, da el color y la pigmentación en los pezones, las areolas y los genitales.
