Francia fue la cuna por así decirlo que desarrolló este arte que luego se expandió alrededor de toda Europa. Siendo la luz la principal protagonista dejando a un lado la identidad de los objetos que se retratan. Otra característica de esta corriente artística es la utilización de los colores primarios, los cuales se utilizaban sin mezclar, siendo los colores oscuros los menos usados.
Los pintores impresionistas, hacían su trabajo sin intención de ocultar cada una de las pinceladas realizadas, dando lugar a que todo se viese unitario. Diversos nombres se pasearon por este tipo de arte, entre los que destacan Edgar Degas, Pierre-Auguste Renoir, entre otros. Aunque cada uno le colocó su toque diferente pero siempre estando dentro de las características del impresionismo.
También existe la música impresionista, la cual dio inició en Francia a finales del siglo XIX. En este género existieron muchos músicos importantes como lo son Maurice Ravel, Claude Debussy, entre otros. Con siete escalas contaba la música impresionista pero que fueron desapareciendo con el nacimiento del barroco musical.
Los compositores de este género buscaron romper los estigmas que se la sociedad tenía con respecto a ella, por lo que le agregaron espontaneidad y sonidos de la naturaleza para adornarla.