La sanación Aeónica se considera en el campo de la medicina como terapia complementaria, en este sentido, aquellos que acaban de recibir la curación no deben interrumpir el tratamiento médico por sí mismos, sin tener en cuenta la percepción de bienestar, ni espere que lo receten, ni obtenga más explicaciones sobre el estado de salud o el tiempo de recuperación porque no es el poder de un sanador hacerlo. Hay una gran diferencia entre ser un médico y un sanador, su trabajo puede y debe hacerse, pero ambos funcionan en contextos muy diferentes. Los sanadores ayudan al paciente a crear salud en todos los aspectos de la vida al canalizar la energía radiante, para equilibrar y limpiar los sistemas de energía.
El nombre de sanación aeónica se debe en parte a las características de la luz solar. La luz solar es la radiación electromagnética emitida por unidades de energía discretas, llamadas por el físico Max Planck, «quanta«, de ahí la palabra Quantum. Aunque la palabra viene de eones Eónico, que es un término utilizado para definir la radiación electromagnética que emana de la propiedad de las manos del sanador con el cambio de propiedad o adaptarse a la frecuencia vibratoria necesaria para equilibrar el déficit de energía causada por diversos enfermedades.
Cada enfermedad causa una pérdida de energía o una alteración de la frecuencia de vibración particular del paciente. Los eones son cuantos de luz que, cuando son canalizados por el sanador, proporcionan la frecuencia necesaria para compensar esta distorsión de energía en el paciente. Los eones son percibidos como «rayos» de diferentes colores por aquellos que tienen una alta percepción sensorial y son precisamente sus diferentes frecuencias vibratorias las que varían su color.