Aún no se ha conocido demasiado sobre este tipo de materia, pero se sabe que su origen está en una estrella; estas evolucionan en dependencia de la masa que tengan y durante la mayor parte de su vida, queman cierta cantidad de hidrógeno, al éste acabarse ocurren una serie de ajustes en su interior. La estrella podría acabar teniendo una masa inferior o mayor a 1,4 veces la masa del sol; si es menor, sólo sería una enana blanca, por el contrario, si es mayor, se podría considerar una estrella de neutrones, es decir, un agujero negro. Sin embargo, otras teorías sugieren que éstas se forman como producto de la fuerza de atracción que ejerce sobre sí misma una enana blanca, que a su vez proviene de una gigante roja.
Los agujeros negros se pueden clasificar según su masa y según sus propiedades físicas. Cuando se toma en cuenta la masa de éste, se les puede llamar: agujeros negros supermasivos, de masa estelar o micro agujeros negros. Sin embargo, si se toman en cuenta sólo sus características físicas más importantes, se puede decir que son: sin carga eléctrica ni rotación (agujero negro de Schwarzschild), con rotación pero sin carga eléctrica (Reissner-Nordstrøm), con carga eléctrica pero sin rotación (Kerr), con carga eléctrica y rotación (Kerr-Newman).