La gran variedad de alergias van desde las alergias al polen, a las fragancias que desprenden algunas plantas o flores, a los animales, al polvo, al plástico o algún componente de él, los detergentes o jabones fuertes, incluso los cosméticos como pintura labiales, perfumes o cremas corporales que los sufren tanto mujeres como los hombres, los alimentos pueden causar alergias de gran preocupación como los calamares, el gluten, la soja, o el maní que se convierten en los enemigos número uno de algunas personas, ya que sin su debido tratamiento a tiempo pueden causarle la muerte.
Quizás la alergia no es un mal mayor por sí sola, son los efectos que produce en el cuerpo lo que pone en peligro a una persona, ya que en muchos casos no se muestran los síntomas visibles sino que se encuentran internamente produciendo una inflamación, de adentro hacia afuera en tiempo muy lento y prolongado dejando a la persona sin respiración que si no se diagnostica a tiempo puede causar un mal mayor; porque sufrir de una alergia es fácil y sencillo y sin poder darse cuenta de ello, por medio del consumo de algún producto alimenticio, por inhalación o por contacto u aplicación directamente a la piel.
Siendo una respuesta del sistema inmune a algo que no es natural para él, hay un promedio de dos personas de cada diez que sufren de algún tipo de alergia, un índice muy marcado para sufrirlas es la predisposición genética de una persona. Los síntomas varían con cada persona y con cada tipo de alergia, los más visibles y comunes son la mucosidad nasal y bronquial produciendo asma, la hinchazón y enrojecimiento de los ojos y el rostro, la molestia estomacal que causa una mala digestión, la piel se torna gruesa y roja con manchones, hinchándose el cuerpo por partes causando picazón, en muchas ocasiones son todos los sentidos los que se ven involucrados desde los oídos hasta el paladar con una leve hinchazón y sensación de picor.