En un estado normal de un individuo no se percibido los latidos del corazón, por lo que su repentina aceleración debe ser evaluada por un especialista. Existen arritmias como las ventriculares que no causan síntomas o sencillamente son muy leves y tienen un efecto poco invasivo en la eficacia del bombeo de sangre del corazón especialmente cuando duran poco tiempo.
Según algunos estudios han evidenciados que muchas personas de edad avanzada de condición sana sufrirán arritmias cortas. Aunque, estas arritmias que duran apenas unos minutos o existen casos donde duran horas, pueden tener consecuencias muy serias para la salud de quien la padece, como reducir la cantidad de sangre que el corazón bombea al resto del cuerpo, originando otras patologías.
Un corazón normal trabaja como una bomba que lleva sangre a todos los órganos del cuerpo y que para que esto suceda es necesario que el órgano tenga un sistema que realice la funciones adecuadas de contraer de manera ordenada el corazón.
Este impulso eléctrico que da la señal al corazón para contraerse comienza en el nódulo sinoauricular, también conocido como nódulo sinusal, el cual cumple la funciones que necesita el corazón para trabajar. Esto rebaja de la siguiente manera, se emite una señal que sale del nódulo sinoauricular y viaja a través del corazón a lo largo de una serie de rutas eléctricas, siendo estas recibidas por un complejo sistema nervioso que da la voz de mando para que palpite más lento o más rápido el corazón. Entonces al entender este proceso, se tiene que la arritmia causa problemas en el sistema eléctrico del corazón, causando un problema al paciente.
Entre los síntomas que padece la persona con arritmia cardíaca se encuentran: Dolor en la parte torácica del cuerpo, desmayos, mareos, vértigos, palidez y dificultad para respirar, sin dejar atrás la sudoración extrema.