Qué es la astronomía
Es la ciencia que se encarga de estudiar los cuerpos contenidos en el Universo, pero no se puede tener un significado de la astronomía, sin involucrar a otras ciencias y disciplinas, como la física, la astrofísica, la cosmología, la química, la biología, astrobiología, la geología y climatología planetaria, la astronáutica, entre otras.
Todas ellas combinadas, ayudan a tener una definición de astronomía, ya que esta última se vale de ellas para obtener un amplio rango de análisis de los fenómenos que se dan lugar en todo el Universo conocido hasta el momento.
Para una comprensión acertada de qué es astronomía, la cual su raíz proviene del latín y el griego “astron” (estrellas) y “nomia” (regla, norma), se necesita la presencia de instrumentos que han desarrollado a través de los siglos los grandes astrónomos que han aportado sus conocimientos a esta ciencia, y que han permitido la observación de los cuerpos celestes y su estudio.
Qué estudia la astronomía

Esta estudia la información que llega a través de la radiación electromagnética o algún otro medio, así como las estrellas, los planetas, los satélites, los cometas, meteoritos, entre otros, y también los sistemas que existen, como el caso de sistemas planetarios, galaxias, nebulosas, cúmulos de estrellas, de materia oscura, gas y polvo.
De igual manera, la definición de astronomía incluye el estudio de las leyes que rigen el movimiento de los cuerpos celestes, para llegar a conclusiones reveladoras en este tema, por ejemplo, que el Universo (que, paradójicamente se entiende que es infinito) se expande.
Los astrónomos de igual forma estudian la composición, la estructura, el comportamiento y la dinámica de cada cuerpo, la posibilidad de albergar vida, o determinar cuánto tiempo tiene de existencia el mismo y cómo ha sido su evolución a través de los 13.800 millones de años que han determinado que tiene de existencia nuestro Universo.
Esta ciencia se divide en varias sub ramas que la complementan: astronomía de posición, la más antigua, que estudia el movimiento de los astros en nuestra bóveda celeste a través de mediciones angulares; la mecánica celeste, que estudia la incidencia de la gravedad entre los cuerpos celestes y cómo influyen entre sí; la astrofísica, que estudia la estructura y composición de los astros; y la cosmología, que estudia el origen, estructura y evolución del Universo.
Cabe destacar que existen campos de estudio más específicos dentro de dicha ciencia, como la astronomía extragaláctica, galáctica, estelar, astrometría, evolución estelar, formación estelar, ciencias planetarias y astrobiología.
El origen de la astronomía
En la antigüedad, científicos como Aristóteles, Nicolás Copérnico o Galileo Galilei, realizaron grandes aportes a la misma. Pero realmente, se remonta a las primeras civilizaciones, que realizaban observaciones a la bóveda celeste durante las noches para registrar los movimientos de las estrellas en la misma.
Dichas civilizaciones, tales como la griega, china, iraní y la Maya, miraron con interés hacia objetos específicos en el cielo, como el Sol, la Luna y las estrellas, lo cual despertó la sed de conocimiento acerca de los fenómenos que giraban en torno a ellos.
Una de las civilizaciones que más destacó en este campo, fue la Maya, cuyos aportes tienen vigencia hasta el día de hoy y fueron promotores del interés de la humanidad hacia las estrellas.
La astronomía Maya

Esta civilización se desarrolló en Centroamérica, entre México y El Salvador, y sus conocimientos adquiridos durante su existencia, han asombrado a la humanidad durante milenios. En este caso, la astronomía ha sido uno de los principales campos de estudio donde dicho imperio realizó aportes.
La astronomía maya, desde un principio, se basó en la observación directa de las estrellas y todo lo que se observaba en el firmamento, colocando especial atención a la percepción de los ciclos a través del tiempo, lo cual les permitió calcular con exactitud los ciclos anuales, conocer cuándo correspondía realizar sus festividades rituales, entre otros puntos de referencia temporales.
El eje central de observación en la astronomía maya era la Vía Láctea. Esto también les permitió realizar cálculos de periodicidad orbital de planetas como Saturno, Mercurio, Marte, Venus y Júpiter, así como los periodos lunares y solares. Todos estos datos les ayudaron a conformar uno de los instrumentos más icónicos de la humanidad, como lo son los calendarios.
Uno de ellos fue el Tzol’kin, que duraba 260 días, aunque los estudiosos del tema no se ponen de acuerdo sobre cuál es el motivo real de dicha duración. Una de las hipótesis apunta a que corresponde al periodo gestacional del ser humano, que dura aproximadamente este periodo de tiempo; mientras que otros afirman que el motivo corresponde al ciclo del sol por el cenit del sur de México en el estado de Chiapas el 29 de abril, y del norte de Guatemala el 13 de agosto), con un intervalo de 260 días entre ambas fechas.
El calendario de Cuenta larga, fue uno de los más conocidos de la astronomía maya, incluso por la sociedad actual. Consistía en un cálculo de tiempo basado en historia, astrología, astronomía, cosmología y mitología, el cual se decía que una era finalizaba el 21 de diciembre de 2012, por lo cual muchas personas pensaron que el mundo finalizaría en esa fecha. Otro calendario conocido fue el Haab’, que constaba de 365 días, de 18 o 19 meses, y cinco días sobrantes al final del año.
El conocimiento en este tema era exclusivo de los sacerdotes, por lo que el pueblo tenía reverencia hacia los anuncios que éstos impartían, producto de sus observaciones. Gracias a ello, conocían cuándo se suscitaría un eclipse o cuándo se observaría el planeta Venus desde la tierra. Le atribuían estos fenómenos a deidades divinas, y ellos al conocer sobre estos fenómenos, el pueblo les respetaban.
Uno de los aportes históricos que la cultura Maya proporcionó fue un códice, que eran especies de libros de astronomía, y dicha civilización recogió sus datos en el Código de Dresden, el cual contiene tablas de los calendarios que desarrollaron, así como también se reunieron datos de sus descubrimientos.
Varios de estos son almanaques y ciclos de lluvias, invierno, ciclos meteorológicos y agrícolas, entre otros. De igual forma contiene ilustraciones de dioses y cómo estaban, según sus creencias, relacionados a las posiciones planetarias. Estos aportes, forman parte vital en la historia de la astronomía.
Herramientas e instrumentos de la astronomía
Para el observador común, bastará solamente con alzar su vista al cielo, pues hay fenómenos cósmicos que se observan a ojo desnudo. Para el que desea observar un poco más allá, un telescopio será suficiente.
Esta ciencia es una de las pocas en las que un aficionado puede tener una participación activa en la misma, ya que existen diversos instrumentos al alcance de los mismos, con lo que les permitirá observar hacia las estrellas y, por ejemplo, descubrir algún meteorito o algún tipo de cuerpo celeste, información que podrá comunicar a la comunidad astronómica.
Pero para los astrónomos, cuyo trabajo está orientado a la investigación exhaustiva del cosmos y todo lo que hay en él, se hacen necesarios instrumentos de alta tecnología que les permitan llegar más allá de lo que la humanidad ha logrado descubrir. Algunos de estos instrumentos son:
- Telescopio.
- Satélites artificiales.
- Fotómetro.
- Espectroscopio.
- Filtro astronómico.
- Cámaras digitales.
- Computadores.
De este artefacto existen varios tipos, entre los cuales, se pueden destacar los radiotelescopios, telescopio de Galileo, telescopio reflector, de radiación infrarroja, espacial, ultravioleta, refractor, óptico, solar y reflector.
Se han descubierto dispositivos astronómicos más antiguos que las civilizaciones de las que se tiene registro, por lo que se dice que el telescopio fue creado mucho antes de la astronomía como se conoce hoy día.
Son estaciones realizadas por el hombre que se encuentran atrapadas por la gravedad terrestre y circundan la Tierra. Estas existen con distintas funciones y objetivos, como por ejemplo, para medir el espectro ultravioleta; o los que sirven como observatorios espaciales.
Sirve para medir la intensidad y variaciones de la luz y permite calcular su exposición exacta, desde una centésima de magnitud. Este dispositivo no sólo está al alcance de los astrónomos profesionales, sino que gracias a la tecnología, los aficionados pueden tener acceso a él.
Es un aparato que descompone la luz en sus distintas longitudes de onda, lo que permite observar los mismos fenómenos desde distintas perspectivas, y de esta manera se puede conocer la composición química, temperatura, densidad, entre otros aspectos, de los mismos.
Es un dispositivo que permite modificar la cantidad de radiaciones emitidas por la luz de un cuerpo celeste, así como la cualidad de la misma. Su función principal es la de permitir el paso de ciertas longitudes de onda de la luz. Existen los filtros para abstraer determinadas ondas de luz y de acuerdo a ello, observar algún fenómeno en específico; de igual forma aquellos que absorben todas las longitudes de onda de luz si el cuerpo tiene mucha luminosidad, denominados filtros neutros; o bien aquellos filtros interferenciales, que son monocromáticos.
La fotografía, en especial la digital en estos tiempos, ha permitido tener registros visuales de los descubrimientos que se han adquirido. Esta ha evolucionado maravillosamente para esta ciencia, ya que se han obtenido mejoras considerables de las imágenes recogidas de planetas y otros cuerpos.
Un ejemplo destacable es la actualización de la fotografía de Plutón, cuyas primeras fotografías eran difusas y ahora, con el avance tecnológico fotográfico, se obtuvo una definición más precisa de la superficie del mismo. Otro ejemplo, es la fotografía de un agujero negro, que fue posible gracias a las grandes innovaciones en la fotografía cósmica.
Estos dispositivos, han sido útiles para todos los campos de estudio en las ciencias, y en ellos se pueden ejecutar programas diversos, como simuladores, modelos teóricos y numéricos, cómputos, registro y transmisión de data, entre otras funciones.
Cómo estudiar astronomía en México
Existe en México más de un instituto de astronomía donde puede seguirse esta fascinante disciplina de la ciencia. Aunque no existe la carrera astronomía en el país, existen al menos siete institutos dedicados a esta ciencia, y existen la maestría y el doctorado en dos importantes instituciones, como el Instituto de Astronomía UNAM.
Entre las áreas de investigación hacia las que estos centros se dedican, se encuentran Formación Interestelar, Medio Interestelar, Astrofísica Estelar, Cosmología, Astronomía Extragaláctica, Estructura Galáctica, Dinámica Estelar, Radioastronomía, Cosmología Observacional, Turbulencia, Galaxias Activas, Estrellas Compactas.
Estas están dirigidas a profesionales en las Licenciaturas en Física y Matemática, así como a ingenieros en Física Industrial y afines.
Diferencias entre astronomía y astrología
En un principio, el término astrología se refería al estudio de los astros, su movimiento y la influencia sobre la Tierra y los seres humanos. Sin embargo, con la llegada del método científico en el siglo XVI, se conoció a lo que hoy día se conoce como “astronomía” y “astrología” pasó a tener otro significado.
A pesar de sus nombres tan parecidos, existen grandes y marcadas diferencias entre la astronomía y astrología. Las más destacadas son las siguientes:
Astronomía
- Es una ciencia.
- Se basa en la observación y el método científico.
- Ayuda a predecir eventos futuros de la posición de los astros o de futuros sucesos de los mismos.
- Su campo de estudio abarca todo el cosmos.
- Utiliza la lógica y deducción de lo observable.
- Los astrónomos son científicos.
Astrología
- Es una creencia pseudo científica.
- Se basa en un sistema de creencias no comprobadas.
- Pretende que la posición de los astros y sucesos de los mismos ayuden a predecir el futuro del hombre.
- Se limita al sistema solar.
- Utiliza la intuición y la superstición.
- Los astrólogos son adivinos.