Barcelona se desarrolló a través de las épocas y fue gobernada por distintos hombres que llegaban al lugar e intentaban hacerlo suyo. Se dejó llevar por las corrientes artísticas de la edad media y las costumbres que estas imponían, siendo esta una de las tantas razones por las que se enriqueció mucho artísticamente; algunos de las figuras más importantes en la literatura y la pintura vieron la luz por primera vez en esta ciudad. Hoy en día se conservan algunos de los edificios construidos en el medioevo.
Mientras corría el siglo XVIII y el siglo XIX, sufrió cambios importantes en la pobre industria que mantenía la ciudad, convirtiéndose en uno de los centros más económicamente importantes de Europa, además de una locación propicia para el desarrollo de pequeñas empresas. Así mismo, cuenta con una serie de edificios, plazas y jardines en sus alrededores, los cuales proporcionan un pequeño escape del ajetreo urbano.