La vejiga se encuentra ubicada en la parte baja del abdomen; este órgano se encarga de almacenar la orina proveniente de los riñones, que luego será expulsada por el organismo. Es común que este tipo de neoplasia surja en la capa más interna de la vejiga llamada “urotelio” y a medida que vaya creciendo va a ir pasando a las otras capas de la pared de la vejiga.
Entre los factores que incrementan las probabilidades de padecer cáncer de vejiga están: el tabaquismo. Es quizás, uno de los factores que más ha contribuido en la aparición de carcinomas en el aparato urinario, ya que según estudios, las personas fumadoras tienen mas posibilidad de padecer cáncer de vejiga, en comparación con los no fumadores.
Otro factor de riesgo, son las exposiciones a determinadas sustancias químicas en los sitios de trabajos, como por ejemplo en las industrias donde se manejen productos químicos, como las aminas aromáticas (beta-naftilamina, bencidina, etc.), sin embargo las personas que corren más riesgo son aquellas que laboran en industrias fabricantes de productos para pinturas, cuero, textiles, gomas, etc.; los pintores y peluqueros también son propensos a padecer de esta enfermedad, ya que se encuentran en continua exposición con olores químicos.
La edad, también se estima que sea un factor de riesgo, ya que este tipo de cáncer tiende a aparecer, a medida que aumenta la edad. Se estima que 9 de cada 10 personas que padecen de cáncer de vejiga superan los 55 años. Los antecedentes familiares, de igual manera, son considerados factores causantes de la enfermedad, ya que las personas que han tenido familiares con cáncer de vejiga son más propensas a padecerla.
Es necesario que las personas estén atentas ante los siguientes síntomas: dolor en la parte baja de la espalda, presencia de sangre en la orina, orinar con frecuencia y sentir dolor o ardor al hacerlo. Es importante destacar que muchas veces estos síntomas suelen confundirse con infecciones urinarias, por lo tanto se recomienda acudir con un especialista.
En los casos en donde el cáncer ya se encuentra muy avanzado, los síntomas que se presentan son los siguientes: dificultad para orinar, inflamación en los pies, dolor a un costado de la espalda baja, pérdida de peso, cansancio y dolores en los huesos.
Al momento de acudir a un médico, éste realizará una serie de exámenes a fin de dar con un diagnóstico definitivo, algunos de ellos son: resonancia magnética del abdomen, tomografía del abdomen, análisis de orina, cistoscopia (observar la parte interna de la vejiga a través de una cámara). Una vez confirmado el diagnóstico, el doctor realizará otras evaluaciones para saber si el tumor se ha diseminado y así poder precisar qué tipo de tratamiento debe aplicar.
Los tratamientos en esta clase de tumores dependen de la etapa en que se encuentren; éstos van desde la quimioterapia, la inmunoterapia (tratamiento a base de unos fármacos llamados BCG o interferón, quienes se encargan de destruir el tumor), hasta la intervención quirúrgica.