Martin Heinrich Klaproth y Jöns Jacob Berzelius fueron los científicos que descubrieron el compuesto, en el año 1803; el término que lleva por nombre fue extraído de “Ceres”, Diosa romana que, además, bautizaba a un asteroide descubierto en 1801. La bastnasita y la monacita son las principales proveedoras de Cerio.
Representa un peligro para el ser humano, pues si es inhalado constantemente, puede causar embolias pulmonares, al igual que actuar de manera similar al calcio dentro del organismo. Supone de manera similar, un peligro para el medio ambiente, porque casi todas la compañías petroleras existentes en el mundo desechan cerio en ciertos sectores, por lo que el nivel de contaminación puede subir con mucha más rapidez.
Aun así, se emplea como ingrediente en algunos instrumentos comunes, como lo son los encendedores, Mischmetal, como agente pulidor para fibras e instrumentos ópticos, en imanes permanentes con aleaciones, se utilizaba como una malla en las lámparas a gas y, en la actualidad, se comercializa como una pomada que tiene el poder de aliviar las quemaduras.