La cláusula definitiva de un acuerdo se firma y/o se sella según sea el caso, en la antigüedad, la manera en la que se pactaban cláusulas era distintas, algunas cláusulas inclusive eran selladas con sangre, obviamente la sociedad ha evolucionado al punto de convertir las cláusulas en herramientas apropiadas de acuerdo al momento en cuestión. Es importante destacar que la correspondencia entre el concepto y la vida cotidiana de una persona suponen un compromiso entre ambas partes. Es por eso que una cláusula siempre estipulará un contrato completo, incluyendo puntos en los que se impongan sanciones y castigos a quienes no cumplan con los basamentos de la o las cláusulas que han sido apoyadas en primera instancia, con una firma.
La aplicación de la cláusula en distintos aspectos administrativos al igual que en la vida cotidiana marcan un punto de inflexión en un tratado. Un ejemplo de esto es un contrato de trabajo, se establecen cuáles son las disposiciones para cada una de las partes (empleado y empleador), estas disposiciones son las funciones que el empleado debe desempeñar dentro de la empresa, cuales son las formas y maneras en las que debe hacer su trabajo y por parte del empleador (quien lo contrata) se establecen las cláusulas de beneficios, salario y respeto. Estas cláusulas por lo general son escritas en forma de pequeños párrafos, enumerados, con una identificación al alcance con el objetivo que el documento sea fácil de leer.