Las corporaciones pueden llegar a ser instituciones del tipo gubernamental, un ejemplo de estas: La Compañía Guipuzcoana, esta empresa, fundada a través de medios vascos en España sirvió como el primer puente de importación y exportación con los países de Suramérica, principalmente Venezuela, gracias a su nutrida costa de puertos y penínsulas, facilitaba el embarque de mercancía proveniente de Europa. Hoy en día, un sistema de fiscalización, supervisión y aduana conocido como SENIAT se encarga de proveer al país de un control similar al que la corporación Guipuzcoana, ofrecía. Las corporaciones pueden llegar a ser alcaldías, fundaciones en pro del fin de la pobreza, las empresas públicas y privadas, todo con el fin de abastecer de un determinado servicio a la comunidad.
Las corporaciones están limitadas en muchas características esenciales, la primera de ellas: Están atadas a una junta directiva, como órgano rector, es de ahí de donde emanan todas las órdenes para que las empresas que conforman la corporación cumplan sus funciones como deben ser. Son Sociedades de renta limitada, en el caso de un quiebre o cese de sus funciones por fuga o falta de capital, los inversionistas perderán solo lo que invirtieron, sumando así, deudas a un capital muerto sin fondo. Los trabajadores de la corporación se convierten automáticamente en una población flotante, ya que sin las divisas correspondientes el funcionamiento se detiene. Las acciones de una corporación puedes ser transferibles, vendidas y divisibles en partes equitativas, en muchas ocasiones ofrecidas al público en general en una subasta o venta de bonos al portador. Personalidad jurídica, frente al estado, suponen una empresa más con los mismos deberes y derechos fiscales de los demás entes jurídicos.