Además de esto, también se ha investigado exhaustivamente sobre el comportamiento del oleaje en los mares, que se intensificó desde la observación del curioso hecho del crecimiento espontáneo del mar, en determinados momentos. Diversos estudios han arrojado algunas respuestas sobre el asunto, alegando que el movimiento está determinado por los vientos planetarios (aquellos que experimentan un gran recorrido por la superficie de la Tierra), a los movimientos de rotación terrestre, además de las características que presentan las costas y los continentes en donde estas se ubican.
Generalmente, se habla de que las corrientes marinas y submarinas, actúan de manera similar. Esto, en años recientes, se ha determinado como una creencia errónea, puesto que las corrientes submarinas se comportan de manera distinta. De igual forma, las características del relieve submarino, cabe destacar, no modifican de manera alguna la velocidad o dirección de las corrientes marinas. Las corrientes, asimismo, pueden clasificarse, según su temperatura, como cálidas o frías y, según sus características, pueden ser oceánicas, de marea, de oleaje, de densidad y de deriva litoral.