- Aceite de oliva: representa la fortaleza
- Bálsamo: el aroma de éste es usado para simbolizar el suave olor de la vida cristiana
Hay otros aceites de consagración utilizados en las bendiciones episcopales tales como: El óleo de los enfermos y el Óleo de los catecúmenos. Sin embargo para ser utilizado como materia válida para el sacramento, dicho aceite debe ser bendecido por un obispo o un sacerdote delegado de la Santa Sede, siendo estas condiciones necesarias para su validez. Los recién bautizados son tocados por el obispo con el crisma en la frente, la cabeza y las manos como muestra de su consagración, también las paredes de la iglesia son consagradas y ungidas por el aceite santo.
Cabe destacar que los aceites no son iguales cada año, de hecho el obispo debe quemar los óleos anteriores y verificar que cada año sean distintos y nuevos, en caso de que al quemarse quede en gran cantidad son usados para consumirse en una lámpara, pero nunca en un consagración. Dicho rito incluye la también renovación de las promesas sacerdotales, en la misa el obispo invita a sus sacerdotes para renovar su consagración, su lealtad y fe hacia Jesucristo y la iglesia, prometiendo públicamente unirse más a cristo y ser fieles ministros en santo sacrificio a su nombre.
Los efectos de dicha crisma son de os exorcismo, con el fin de fortalecer la lucha en la vida cristiana, mientras los catecúmenos y los enfermos se preparan para recibir el bautismo y la sanación.