Antiguamente, era común encontrarlos elaborados en metal o un material parecido, llegando, mayormente, hasta la primera falange del dedo en que se colocaba, además de estar provista de algunos hoyos en toda su extensión; eran utilizados para coser, protegiendo el dedo de alguna lesión menor producida por pincharse con las agujas, además de ayudar a darle impulso a la misma con los pequeños orificios en él, sin embargo, ya nos son muy utilizados hoy en día.
Actualmente, se fabrican con materiales sintéticos, cubren casi toda la superficie del dedo. Se notan pequeñas similitudes con los guantes médicos, pues son manufacturados con productos iguales o parecidos, al igual que protegen el lugar donde fue puesto de bacterias o manchas. Como se había dicho anteriormente, está diseñado para resguardar al dedo; un ejemplo de ello es que, al momento de una lesión profunda en la zona, se tiene que cerrar, cosiéndolo, para ello y por una mejor protección del lugar afectado, se puede utilizar un pequeño dedal hecho de goma resistente.
Los antiguos los improvisaban, creando ejemplares con hojas y demás, para que realizaran la misma misión que los aprovechados actualmente. Algunos, incluso, están elaborados con cuero; normalmente son empleados para los trabajos que requieren el contacto de los dedos con superficies que pueden causarles algún daño o resultar insanas.
