Suele encontrarse en las rocas ígneas, que ascienden de zonas profundas de la corteza terrestre por chimeneas volcánicas (kimberlitas y lamproitas), o en placeres, donde se acumula después de un proceso de erosión y transporte de los materiales del yacimiento primario.
La mayor concentración de los yacimientos se encuentra en África meridional (Sudáfrica, Namibia, Bostwana), en África central (República Democrática del Congo, Sierra Leona), en Australia, en Siberia (Rusia) y Minas de Geraes (Brasil).
El diamante se puede clasificar en distintos tipos: en diamante genuino (gema cristalina), la cual es de alta calidad y considerada como la gema más preciosa, “la reina de las gemas”, muy utilizada en joyería. Los ejemplares pequeños y de baja calidad se usan en la fabricación industrial de instrumentos para pulir y cortar otros minerales.
El boart, es una masa de diamantes de cristalización diminuta e irregular, normalmente de color verde amarillento o gris tirando a negro, es extremadamente dura, una vez triturada es valiosa como abrasivo. El diamante llamado “ballas” o boart de perdigones, tiene forma esférica y varia en color desde blanco lechoso a gris acerado. Por último, se tiene al carbonado o diamante negro, es un material criptocristalino compuesto de grafito y carbono amorfo, muy opaco, y de color gris o negro.