Los esfuerzos y la práctica deportiva sin entrenamiento o preparación previa, pueden someter el músculo a una situación en la que se somete a un estiramiento capaz de contraerlo o incluso rasgarlo.
Los músculos están formados por un gran número de fibras musculares que se agrupan rodeadas por una membrana externa, estas fibras se organizan en grupos llamados fascículos y finalmente los fascículos se agrupan para formar el músculo. Además de estas fibras, los nervios y los vasos sanguíneos pasan a través de los músculos.
La consecuencia de una distensión muscular, es que el músculo se endurece mientras aparecen dolores que pueden intensificarse espasmódicamente. En el caso de presentar una distensión muscular, en general, los afectados deben concluir inmediatamente la actividad deportiva. Si no lo hacen, existe el peligro de que la distensión del músculo progrese a una ruptura fibrilar o una lesión más grave.
Los síntomas de hinchazón incluyen dificultad para moverse, decoloración de la piel (moretones) e hinchazón. Como primeros auxilios en casos de distensión, los expertos recomiendan la aplicación de hielo cubierto por un paño para reducir la inflamación, evitando siempre el contacto directo con la piel; el tiempo ideal para maximizar su efecto es de alrededor de 15 minutos, con intervalos de una hora durante el primer día y de 3 o 4 horas con respecto al segundo.
Una vez que hayan pasado los primeros tres días desde la distensión muscular, puede proceder a alternar entre la aplicación de frío y calor para tratar los dolores. Además, es esencial descansar y evitar el trabajo sobre el músculo afectado siempre que sea posible. Con respecto a la postura, siempre se recomienda mantener la extremidad levantada e inmovilizada. A medida que el dolor comienza a disminuir, es posible reanudar gradualmente la actividad normal del cuerpo.
Los casos más severos generalmente se caracterizan por la imposibilidad de mover la extremidad desgarrada, o por sangrado de la lesión. Para tratar estas situaciones extremas, no se recomienda cumplir con los procedimientos del hogar, sino comunicarse con un servicio de emergencia para recibir asistencia médica especializada.