El compendio de leyes bajo las cuales el hombre desarrolla la vida social están fundamentados por los escritos y preceptos establecidos en la historia, en lo consuetudinario de su razón de ser y en la evolución de la vida en sociedad. La equidad sirve para dar aquel contexto equilibrado a una ecuación moral, civil y constitucional que el hombre debe respetar para mantener el orden. Si no hubiera equidad no hubiera ese equilibrio entre todos los seres humanos, mas allá de la conciencia que puede tener el hombre de lo que le corresponde, en su naturaleza existe una correspondencia social que lo equipara con cualquier otro.
¿Define la equidad un dominio sobre el hombre por encima de sus propios intereses? La respuesta es no, el hombre dotado del libre albedrio corrompe la finalidad de la equidad en muchos aspectos, sin embargo la masa de población sigue siendo estable, dócil al mandamiento de un ordenamiento diseñado a partir de leyes y normas que permiten que a cada quien se le de lo que corresponda, que cada quien pague las consecuencias de sus actos y que se reciba por algún daño o prejuicio la indemnización necesaria para seguir el curso de la corriente social a la que pertenezca.
La equidad hoy en día es un tema más complejo, acorde a la evolución del hombre en la sociedad y en lo que ha convertido de la naturaleza para su propio bien, el concepto se extendería de manera significativa si analizamos la equidad del hombre con el medio ambiente, ya que el daño que el hombre le ha hecho a su entorno es imposible equipararlo con el que la naturaleza le pudo haber hecho a el hombre.