Durante la edad media uno de los sistemas de gobierno que imperó fue el feudalismo, una de sus características más resaltantes fue su organización poblacional, la cual fue era representada como especie de pirámide, en dicha estructura se ubicaban en la cima a las personas de la clase alta, es decir a los monarcas (Reyes y Reinas), seguidamente por debajo de ellos se ubicaban los denominados señores feudales, título otorgado a individuos que poseían grandes porciones de tierra y con un poder económico considerable, a estos individuos le servía personas de una clase más baja, cuyo trabajo era el de cultivar las tierras de sus señores. Debido a los constantes conflictos de la época, los señores feudales se veían obligados a conformar ejércitos, para de esa forma proteger sus campos, dichos ejércitos estaban integrados por caballeros, los cuales eran personas dedicados en exclusividad al ámbito militar, dichos individuos tenían bajo su mando a un individuo que hacía las labores de asistir al caballero, a este individuo se le conocía como escudero.
Cuando una persona de estrato social bajo, era nombrado como escudero de un caballero, a éste se le consideraba como un ascenso hacia otro estrato social, su trabajo consistía en tener preparadas la indumentaria y armamento que su señor habría de utilizar en batalla, además de atender a su jefe en labores doméstica como la de cocinar, acompañarlo a reuniones sociales, es decir que su trabajo era servir en todo lo que se le requería, ya fuera en épocas de guerra o paz. Incluso en batalla si un escudero, daba demostraciones de valentía, era posible que se le fuera otorgado el rango de caballero, poder que sólo podían otorgar los reyes o los señores feudales.