Este conflicto es considerado uno de los últimos eventos de mayor importancia que surgieron durante la Edad Media, por el hecho de que muchos historiadores la entienden como el enfrentamiento final entre los señores feudales que se mantenían vigente en esa época en el continente europeo y que posterior a este conflicto, entrarían en total declive frente a la implantación de las monarquías absolutas.
La guerra tuvo lugar entre dos casas reinantes de la época, por un lado, en Francia estaba la casa de Valois y la otra era la casa de Plantagenet, quien representaba Inglaterra en algunos territorios franceses. Luego de que finalizó la dinastía de los reyes capetos en Francia, ambas casas entraron en guerra para de esa forma tomar la decisión de cuál de las dos sería la que tendría el poder en uno de los territorios más importantes y ricos de la época en Europa.
Por su parte La casa de Valois contaba con el apoyo de una gran parte de las regiones francesas y de regiones de otros países como por ejemplo Castilla, Aragón, Escocia, Bohemia y Génova. En el caso de la casa de Plantagenet tenía de su lado a los reinos independientes de Borgoña, Aquitania, Flandres, Navarra, Portugal, Luxemburgo y del Sacro Imperio Romano. Cabe acotar que cada uno de los territorios antes mencionado pretendía de defender los intereses de cada uno de ellos y posteriormente obtener beneficios si se daba la victoria de la facción a la cual pertenecían.