Diversos comandantes mantuvieron importantes participaciones durante esta guerra: Arquidamo, Pericles y Nicias fueron alguno de ellos. Sin embargo, la figura que resaltó más fue alcibiades clineas, un destacado general ateniense, que durante la guerra actuó en ambos bandos
A pesar de que Atenas y Esparta eran naciones que mantenían una alianza, ciertas situaciones fueron creando conflictos y rivalidades. Con el tiempo se fueron evidenciando los discordantes sistemas políticos presentes en ambos reinos. Es decir, Atenas se formó en una democracia, con un principio de gobierno poco usual para ese entonces. Mientras que Esparta se caracterizó por un reino Jerárquico y súper militarizado. Aunque a pesar de sus diferencias estas naciones lograron firmar un acuerdo de paz fijado para 30 años.
Pese a esto, la hostilidad entre Esparta y Atenas cada día iba en ascenso y ya era insostenible, luego de unos años de rebeliones y bloqueos comerciales, esta tensión logro estallar en el año 431 a.C. quedando solamente en 15 años el tratado previo de paz.
La guerra de Peloponeso se desplegó en varias etapas, la primera de ellas fue la llamada guerra Arquidámica, este conflicto adoptó ese nombre en honor al rey de Esparta: Arquidamo II. Este fue un enfrentamiento muy equilibrado, donde si bien es cierto que Esparta pudo conservar un lugar terrestre en torno a los muros de Atenas, ésta nunca rompió comunicación con su puerto de “el Pireo” por medio del paso conocido como “los muros largos”. Es así como entonces Atenas continuaba ejerciendo su poderío marítimo en el Egeo y además no perdía la comunicación con otras naciones.
Posteriormente se inicia otra etapa de la guerra llamada “Guerra de Decelia”, debido a una ciudad que estaba próxima a Atenas y que llevaba ese mismo nombre. Dicha ciudad fue tomada por los espartanos a fin de obstaculizar todo comercio por vía terrestre que tuvieran los atenienses.
Aunque Atenas logró recuperarse durante un tiempo. Al final no pudo aguantar y terminó sufriendo una rotunda derrota. Los espartanos por su parte y a pesar de la guerra, optaron por no destruir la ciudad de Atenas, aun cuando era uno de los deseos de sus aliados Corinto y Tebas.
La guerra de Peloponeso termino siendo para Atenas una grave e importante derrota que terminó por debilitar a los griegos. Tanto así que muchos consideran este suceso como el fin del brillo griego.