En numerosas comunidades del pasado era permitido y de práctica muy abierta, se realizaba en culturas distintas en todo el mundo. En la actualidad se piensa en un crimen impúdico, sin embargo, se continúa ejerciendo. En muchas culturas no se aprecian a los niños como individuos hasta que se cumplen con los acostumbrados ritos, tales como proporcionar un nombre o cortarles el pelo.
El infanticidio ocasionalmente se da luego de que los rituales hayan ejecutado y, por tanto, para esa clase de cultura el asesinato de un niño previamente a el ritual no lo consideran un homicidio.
El ejecutar un infanticidio han ocupado modalidades diferentes. El sacrilegio de niños a omnipotencias o fuerzas sobrenaturales, tal como el hecho en Cartago, a manera de ofrenda a Moloch, fue el caso más escuchado del mundo antiguo. Independientemente de sus procedencias, el pasar de la leyenda el infanticidio ha existido frecuentemente.
El infanticidio activo o directo consiste en dar muerte al recién nacido de forma voluntaria, con seguras prácticas, como la muerte por asfixia, traumatismos craneales, deshidratación o desnutrición. El infanticidio pasivo o indirecto comienza por una mala alimentación, descuido, abandono, principalmente cuando el bebé se derrumba enfermo.
No existe una diferencia clara entre el aborto y el infanticidio, ya que cuando la mujer tiene un embarazo no deseado y está avanzado entre el sexto y el séptimo mes, provoca la muerte del feto y nace sin signos vitales se puede tomar con un infanticidio.