Si bien, la cantidad de sueño necesaria para que el cuerpo recupere su energía es muy variable de acuerdo a cada persona, ya que los bebés pueden dormir 18 horas al día, hay personas que duermen entre 5 y 6 horas, otras entre 7 y 8 y otras que duermen hasta 9 y 10, Este trastorno es más frecuente en la población de lo que se puede imaginar, la importancia está en la calidad del mismo, es decir, más allá de comparar las cantidad, es conocer cuántas horas necesita su cuerpo para descansar, debido a que si no se logra el descanso, se presentan las consecuencias.
El insomnio tiene tres maneras de presentarse o se divide en tres tipos:
- Insomnio de inicio: es la dificultad de conciliar el sueño antes de los treinta minutos, luego de estar acostado.
- Insomnio de mantenimiento: es la incapacidad de mantenerse dormido, que se refleja en el despertar constante durante la noche.
- Insomnio por despertar precoz: hace referencia al despertarse antes de descansar realmente, comúnmente entre 3 y 4 horas luego de haber iniciado el sueño y no ser capaz de volver a conciliarlo.
Asimismo, de acuerdo a su duración en el tiempo el insomnio tiene una clasificación.
Si se presenta durante 4 semanas o menos, se está en presencia de un insomnio agudo, si la duración se extiende entre 4 semanas y 6 meses es un insomnio subagudo y si persiste por más de 6 meses, se está en presencia del insomnio crónico.
Las lista que compone las causas del insomnio es muy extensa, ya que éste puede manifestarse por malos hábitos de la persona, por el uso de drogas, alcohol o medicamentos, por otras afecciones en la salud física o mental e incluso por el embarazo o la menopausia.
Este trastorno del sueño es más frecuente en la población mundial de lo que se cree, algunos especialistas se han atrevido a cuantificar la cantidad de afectados, hablando de estimaciones entre el 10 y 15% de adultos que padecen insomnio crónico, entre un 25% y 35% ha tenido insomnio transitorio u ocasional y un 50% que ha tenido insomnio alguna vez en su vida.
En ese sentido, el insomnio puede acarrear diversas consecuencias, ya que el sentirse cansado o desconcentrado durante el día, puede provocar accidentes automovilísticos porque la persona se duerma mientras está al volante. Además, éste puede causar mal humor o apatía que dificulta las relaciones sociales, familiares y labores.
Esta anomalía puede presentarse a cualquier edad, incluso desde la niñez se puede padecer de insomnio.
