Cada uno de los diez decurios disfrutaba en la sucesión del poder regio y de sus insignias durante cinco días como interrex; y si ningún rey fue nombrado a la expiración de cincuenta días, la rotación comenzaba de nuevo. Durante el período en el cual ejercían su poder se le llamaba un interregno y en ese momento se prolongó durante un año, después de lo cual Numa Pompilio fue elegido como el nuevo rey. Luego de la muerte de cada rey posterior a un interrex era nombrado por el Senado. La función del interrex fue llamar a una reunión de la Comitia Curiata para elegir un nuevo rey.
Los interreges eran nombrados bajo la República para la celebración de los comicios para la elección de los cónsules cuando estos, a través de conmociones civiles u otras causas, tales como la muerte, no habían podido hacerlo en su año en el cargo. Cada uno sostenía la oficina por sólo cinco días, ya que bajo los reyes. Los comicios fueron, por regla general, no se mantienen por el primer interrex, que era originalmente el curio maximus; más generalmente por la segunda o tercera; pero en un caso se lee de un undécimo, y en otro de un interrex XIV. Los comicios para elegir a los primeros cónsules estaban en manos de Sp. Lucrecio como interrex también fue llamado Urbis prefecto.