Durante muchos años se mantuvo la creencia de que el Jet Lag era simplemente un estado de ánimo, sin embargo en la actualidad se sabe que la condición es realmente es el resultado de un desequilibrio natural en el organismo que es provocado por atravesar diferentes zonas horarias luego de viajar.
Lo que ocurre es que el ritmo biológico que posee el cuerpo humano denominado ritmo circadiano tarda en adaptarse al nuevo horario que se establece en el país de destino. Dicho reloj interno lo poseen todos los seres humanos, el mismo abarca ciclos de 24 horas y 11 minutos, es por ello que cuando se atraviesa varias franjas de la Tierra se están añadiendo o restando horas, dependiendo de la dirección en la se produzca el desplazamiento. La consecuencia más común es que se sienta sueño durante el día, o en su defecto que no se logre conseguir el sueño por la noche, sin embargo, es importante destacar que el jet lag también es causa de otras incomodidades.
Los niveles de intensidad con los que puede llegar a afectar el jet lag depende de varios factores. Sin embargo, se puede mencionar como principal responsable a la cantidad de husos horarios que se superan hasta llegar a otro país. Otro elemento de gran importancia es la dirección en la que se desplaza el individuo. Ya que por ejemplo al viajar hacia el oeste el impacto del jet lag será menor que si el trayecto se realiza con dirección hacia el este; o, lo que es lo mismo, la desincronización del reloj interno será más acusada si volamos desde Francia hasta Japón en comparación a si el destino se encuentra en el Caribe por solo dar un ejemplo.