Nativa del sur de China, en 1930 se inició el cultivo comercial en Nueva Zelanda, donde su nombre probablemente venga de allí por la similitud entre su fruto y el ave kiwi, ya que posee muchas vellosidades como las plumas de ese pájaro. En 1959, el nombre de kiwifruit se acepta en el comercio internacional, y en los años 70 su cultivo se extiende a otros países de zona templada (Chile, Brasil, Francia, Grecia, Italia, Japón, Portugal, Sudáfrica, España y U.S.A).
Su fruto es pequeño, de forma ovalada con piel pardo verdoso cubierta de una fina pelusa, que encierra en su interior una pulpa verde esmeralda con diminutas semillas negras dispuestas en forma de círculo y alrededor de un corazón de color blanco crema conocido como columela.
El kiwi es una exótica fruta con un alto contenido en agua y fibra, baja en colesterol, así como una gran aporte de vitamina C y E. Produce efectos anticancerígenos, tiene capacidad antioxidante y anti-inflamatoria, mejora el sistema inmunológico y aumenta las defensas en el organismo. También, aporta otros nutrientes esenciales como fosfato, magnesio y cobre.
Con respecto al Kiwi como ave, éste es el pájaro nacional de Nueva Zelanda y la más famosa ave que no pude volar. Pertenece a la familia Apterígidos (Apterygidae), del genero Apteryx “sin alas”. Existen tres especies de este animal; el kiwi pardo o marrón (Apteryx australis), el kiwi moteado mayor (Apteryx haastii), y el kiwi moteado menor (Apteryx owenii).
Es un tipo de ave muy extraña. No vuela, ni vive en los arboles como las aves normales, ya que posee alas muy pequeñas bajo sus espesas plumas, y por eso vive en la tierra de los bosques de Nueva Zelanda buscando comida en las hojas muertas y suelo (sobretodo gusanos y otros invertebrados pequeños, semillas y bayas) por medio del olfato, una característica poco común entre las aves.
Todas sus especies son similares, con las alas rudimentarias, cuerpo robusto y compacto, fuertes patas y agujeros al final de su largo y delgado pico flexible. Es un ave nocturna, sus ojos son diminutos y su vista escasa, y puede que haya evolucionado así para evitar ser presa de las águilas gigantes.
Actualmente el kiwi se encuentra en peligro de extinción, debido a la persecución de armiños, zarigüeyas, ratones, perros, entre otros. Además, que en épocas anteriores sus especies fueron devastadas por el comercio de sus plumas. Por ende, los neozelandeses tienen un programa de conservación grande para proteger sus preciados kiwis.