Los cartílagos además de ser los que conforman esta estructura, se caracterizan por ser flexibles, además del hecho de que son el soporte de las cuerdas vocales, aquellas que permiten que los seres humanos generen los sonidos. Por su parte la garganta, boca y nariz son las cavidades que se encargan de modular y amplificar el sonido que emite la laringe.
En la parte interna de la laringe se ubican una serie de músculos y membranas, estas estructuras son las que conforman las llamadas cuerdas vocales, dichas colocaciones se movilizan capacidad que les permite tensarse o relajarse, lo cual modifica el orificio que se encuentra entre ellas al cual se le denomina como glotis.
Respecto a la regulación del paso de aire a este nivel al hablar, es el responsable de que se produzca la voz, el tono de la misma sin embargo dependerá de diversas variantes como por ejemplo el diámetro y la forma, en mujeres y personas con voz aguda suele ser un poco más pequeña, pero en el caso de quienes tienen un tono de voz más bajo es porque suele ser un poco más ancha.
Aquellos sonidos que se emiten gracias a la acción de la laringe, pueden ser transformados en palabras, esto gracias a la intervención de los músculos de la boca y la lengua.
Por otro lado, en los casos de la invasión de un virus o de una bacteria en esa zona, la hinchazón de los pliegues vocales y el cáncer son algunas de las enfermedades que puedan llegar a causar grandes estragos en la laringe. En el caso específico del cáncer de laringe, los síntomas más frecuentes son el cambio en la voz, tos frecuente, dolor de oído, la aparición de un bulto en la garganta y dificultad para tragar los alimentos por solo nombrar a los más importantes.