A su vez se puede observar que la base de sostenibilidad del cuerpo se encuentre ligeramente inclinada hacia la porción delantera, así como también que los pasos dados estén alineados y a una distancia constante. La alteración de la deambulación es indicativa de muchas patologías en el paciente, sobre todo a nivel neurológico. Muchos trastornos de la marcha se ven influenciado por numerosos factores que lo generan, como: problemas a nivel de articulaciones, debilidad del tono muscular, descontrol en el movimiento dado y dolor al ejercer la pisada.
Para evaluar la marcha del paciente se tiene que hacer una observación, donde se debe determinar con precisión todos los movimientos que da al paciente para determinar cuál será la falla que se está presentado; para esto se le ordena al paciente que camine por una línea recta y que por esa misma ruta regrese a su punto inicial, este ejercicio debe hacerlo el número de veces que sea necesario para que el médico tratante logre determinar cuál es la lesión existente. Otros métodos frecuentemente utilizados es ordenarle al paciente que haga movimientos de balanceo, que haga soporte de su cuerpo sobre la punta de sus dedos o sobre sus talones.
En caso de que se desee evaluar la estabilidad de la marcha, se le ordena al paciente que camine con un solo pie movilizando hacia adelante el pie sin uso, como si fuese especie la marcha sobre la soga que realizan los equilibristas de un circo. Mientras el paciente hace este ejercicio el médico tratante observa la rigidez en los movimientos ejecutados, la coordinación del movimiento y el equilibrio del paciente.