Qué es ocio
Se puede definir como el momento de descanso de un individuo de sus responsabilidades, como estudios, trabajo, quehaceres domésticos, en el que puede distraerse de cualquier manera con algún pasatiempo o simplemente reposar. También se le dice a la acción de holgazanear o realizar alguna actividad improductiva inducida por el aburrimiento o desocupación, visto de forma negativa cuando no existe una administración del tiempo libre.
Una persona no puede estar totalmente ocupada en una actividad diferente a cada momento; es necesario que goce de momentos de ocio en los que no se ocupe en algo, en el cual la recomendación es que lo aproveche para descansar y relajarse y mantener al margen el estrés.
Su etimología proviene del latín otium, cuyo significado es “descanso”, “facilidad”, “quietud” y “paz”. También se le da el significado de “tiempo libre”. Este espacio es necesario para toda persona, ya que una rutina de continuo trabajo puede conllevar a cuadros de estrés. En este sentido, un antónimo de ocio sería labor, trabajo o diligencia.
Al practicarlo se obtiene un mejor rendimiento tanto físico como mental. Dentro de una actividad laboral, es aconsejable practicar, atesorar y respetar los ratos libre para recobrar las energías perdidas de las obligaciones laborales y poder retomarlas de forma eficiente y con la mente despejada.
Historia del ocio
Desde tiempos antiguos el hombre ha buscado diversas formas de entretenerse. En la antigua Grecia, esto significaba el cese total de cualquier labor, lo cual era practicado por los individuos con libertad de hacerlo y cavilaban sobre la vida en distintos ámbitos. Los esclavos realizaban todo el trabajo y los nobles podían beneficiarse más de ello.
Para los romanos, por otra parte, esto servía para dar un respiro al trabajo, para ser más competentes y productivos. Desde hace milenios y hacia el renacimiento, toda actividad podía ser tomada en cuenta como ocio: fiestas, actividades religiosas, culturales, teatro, danza, música, baile y cualquier otra ajena a las obligaciones, han sido consideradas como tal.
Sin embargo, el tiempo libre del trabajo duro para realizar cualquier otra actividad era sinónimo de poder y prestigio, pudiendo practicarse en estos momentos actividades de ocio que ellos mismos eligieron: política, ciencias, deportes, entre otros, y también la contemplación era considerada una actividad de ocio. En la actualidad existen opciones de recreación en tiempo libre adaptadas para todas las edades e intereses.
Características del ocio
- Estas actividades se caracterizan por adaptarse a los gustos y preferencias individuales, por lo que es una experiencia distinta en cada persona.
- El tiempo libre que tome una persona trae múltiples beneficios para su salud tanto física como mentalmente, entre ellos está reducir el estrés y mejorar el sueño.
- Se realiza de forma voluntaria: una persona no es obligada a realizarlo.
- Muchas cosas que se practican no necesariamente obedecen al ocio, ya que puede utilizarse el tiempo en actividades motivadoras y productivas.
- La misma persona es la que decide cuánto tiempo y en qué momento hace el disfrute de su tiempo libre.
- Su objetivo es la distracción y el esparcimiento.
- Pueden ser actividades de ocio subjetivas, ya que aunque son la distracción de unos, son la profesión de otros (como los deportistas, músicos, cocineros, escritores).
- En un sentido negativo, es concebido como vagancia o pérdida de tiempo, donde no surge nada productivo.
Tipos de ocio
En el lapso del tiempo libre la mayoría de las tareas que se llevan a cabo son actividades del tipo recreativas o de distracción. Existen de acuerdo a la participación, dos tipos:
Ocio activo
Se trata de todo lo que se hace en el tiempo libre que requiere de algún tipo de esfuerzo. También puede decirse que requiere la participación activa de la persona; es decir, que debe accionar el pasatiempo. Un ejemplo de ello es practicar deportes, el baile, cocinar, entre otras que requieran esfuerzos.
Ocio pasivo
En este la persona es únicamente receptora de todos los estímulos, o dicho de otra manera, es el observador. Cuando una persona para entretenerse observa a otros realizar cualquier actividad, a esto se le llama ocio pasivo. Varios ejemplos de ocio pasivo serían escuchar música, ver televisión, ver deportes, la lectura, visitar museos y espectáculos, entre otros.
Recomendación para pasar el tiempo libre
Si se desea aprovechar el tiempo de ocio para adquirir alguna habilidad, mejorar la salud o alimentar el espíritu, pueden realizarse actividades que requieran un aprendizaje o esfuerzo que sea disfrutable. Lo importante sería tener una buena administración del tiempo libre, en el que se pueda:
- Adquirir una habilidad manual como tejer, esculpir, dibujar o pintar.
- Practicar algún deporte individual como natación, salir a correr o brincar la cuerda.
- Practicar deportes cooperativos, como fútbol, béisbol o tenis.
- Aprender un idioma nuevo.
- Aprender a tocar algún instrumento o a cantar.
- Cocinar e inventar recetas nuevas.
- Leer revistas de ocio o algún libro nuevo.
