Según la mitología Inca, la pachamama es la encargada de brindar protección a los seres vivos, además de ser la precursora del desarrollo de la vida gracias a todos sus aportes como el alimento el agua, entre otros, es por ello que los Incas promovían los tributos a ella además de que cuidaban de ella.
Esta diosa además de ser la representación de la Tierra y la naturaleza en general, se considera que es un conjunto de ambas, sus seguidores la consideran como un dios que se encuentra en el día a día, con el cual puede hablar de forma directa, a diferencia del dios de los cristianos, esta no es una deidad que crea sino que más bien protege a la creación.
Dependiendo del clan en donde se le rinda tributo, este puede ser distinto, esto sin mencionar los cambios que han podido sufrir a través de los siglos, en tiempos antiguos una característica distintiva de estos rituales se celebraban con el sacrificio de un animal en honor a la diosa, sin embargo en la actualidad esto ha variado mucho, puesto que hoy en día las ofrendas realizadas suelen ser objetos que son enterrados, como las botellas de vino, cigarrillo, las hojas de la planta de la coca y otros, ya que según los creyentes estos rituales permiten que la Madre Tierra retribuya estos actos con clima favorable para las plantaciones y buenas cosechas.
El principal culto a la pachamama es la denominada chaya, el cual se celebra el primero de agosto de cada año, pero su práctica se extiende durante todo el mes. Hay quienes también lo celebran durante todo el año el primer viernes de todos los meses, siendo los ancianos de las tribus los encargados de llevar a cabo los rituales.