Este procedimiento puede tener sus desventajas, ya que al realizar cálculos con datos que se aproximan se tienden a acumular errores que al final, generarían variaciones significativas en el valor estimado obtenido, respecto al valor real.
El redondeo puede realizarse de dos maneras: hacia abajo, cuando al redondear se obtiene un número menor. Por ejemplo: 5,2 se puede redondear a 5. Otra manera de hacerlo es hacia arriba, en este caso se obtiene un número mayor. Ejemplo: 5,9 se puede redondear a 6.
Sin embargo, el redondeo no se aplica solamente para trabajar con números enteros, también sirven para eliminar decimales. Ejemplo: 7,1463 puede redondearse a 7,146.
Dentro del método de redondeo existen ciertas reglas muy bien definidas, las cuales deben respetarse al momento de redondear:
Si el número es menor que 5, el dígito anterior no se modifica. Ej.: 45,423 si se desea redondear a dos decimales, se debe tener presente el tercer decimal: 45,423 quedando el monto en 45,42.
Si el número es mayor o igual a 5, el dígito anterior se incrementa en una unidad. Ej.: 29,618 de la misma manera que la regla anterior, si se desea redondear a dos decimales se debe tener en cuenta el tercer decimal: 29,618 quedando el monto en 29,62.
Cabe destacar, que la técnica de redondeo se utiliza con frecuencia en el contexto comercial, ya que por una parte facilita las transacciones y por otra sustituye la falta de monedas, logrando así un pago más exacto. Por ejemplo si en una tienda una persona debe pagar 59,86 $, el vendedor para hacer más fácil el pago puede redondear el monto a 60,00 $ y de esta manera resulta más cómodo darle el cambio o vuelto. Con respecto a esto, vale acotar, que existen países en donde la aplicación del redondeo debe hacerse a favor del comprador, en este caso si la cuenta a pagar fue de 59,86 y el vendedor desea redondear porque no tiene sencillo para dar el cambio, debe hacerlo por 59,85 ó 59,80.