Para desarrollar un hechizo, por lo tanto, un adivino es responsable de interpretar ciertos signos que, supuestamente, tienen lugar antes de un evento. Esto significa que varias prácticas pueden ser incluidas dentro de la noción de brujería, tales como diferentes tipos de “lecturas” (líneas de mano, cartas, granos de café, etc.). Cabe mencionar que actualmente el término de sortilegio suele usarse como sinónimo de hechizo. En cambio, para referirse a las prácticas de adivinación se prefiere la palabra clarividencia.
Entendiendo la idea en su sentido más amplio, una persona que usa una baraja de tarot para adivinar el futuro está realizando un sortilegio. Es posible que este tema se presenta como un adivino y cubre las consultas que otras personas desean hacer para saber lo que sucederá en una o varias áreas de su vida.
Estos tipos de prácticas adivinatorias se han desarrollado, con diferentes variantes, durante miles de años. En la antigüedad, de hecho, la sociedad tenía un gran respeto por los que ofrecían hechizos, ya que confiaban en su poder adivinatorio. Hoy, la adivinación no tiene prestigio: la gente, en general, no cree en las supuestas capacidades de aquellos que dicen que pueden leer los signos para anticipar el futuro.
El cambio provino del avance de la ciencia y de su método. La iluminación y la confianza en la razón hicieron que la sociedad comenzará a buscar explicaciones lógicas para el vínculo entre un signo y un acontecimiento, o entre una causa y su consecuencia.
Además de cartomancia, quiromancia y lectura de café, el sortilegio también incluye lecturas tales como:
- Cleromancia: es un tipo de adivinación muy antigua, que hizo uso de frijoles o dados, que se colocaron en una urna. Una vez que los dioses habían sido implorados para dirigir el destino, estos elementos fueron arrojados para finalmente leer los símbolos resultantes y pronosticar el futuro.
- Necromancia: este es un tipo de adivinación que consiste en invocar a los espíritus de los muertos manipulando sus restos o algunas de sus posesiones. A través de este contacto, se cree que es posible conocer el futuro.
- Aeromancia: en este caso, es a través de la observación e interpretación del aire y de las formaciones vaporosas que se dan en él (como nubes, pero también relámpagos, viento y trueno) que se practica el acto de adivinación. Aeromancia era muy popular en muchos pueblos primitivos. Durante una sesión, el vidente traduce formas aparentemente indefinidas en mensajes concretos, o las usa para externalizar la información a la que había accedido inconscientemente. Este tipo de mancia también depende de la posición de los planetas, que puede ser favorable o desfavorable.