Esta edificación se construía para albergar la imagen del dios y también como un sitio en el que los sacerdotes realizaban los ritos y demás ceremonias. Una diferencia con respecto a las religiones posteriores era el hecho de que no eran lugares destinado únicamente a la realización de cultos sino una zona para albergar al dios y de hecho el pueblo no tenía permitido ingresa más que a ciertas dependencias en el exterior del mismo.
Los templos eran las únicas edificaciones construidas con rocas y no en adobe u otros materiales menos resistentes, esto se debe a que si el dios poseía vida eterna de igual forma debía perdurar su casa. Hoy en día no hay muchos datos respecto a los templos del Reino Antiguo, esto es a causa de que la mayor parte no ha logrado llegar hasta las épocas actuales. De esos primeros templos los más resaltantes eran el Templo de la Esfinge, localizado en Guiza, y el Templo solar de Nyuserra en las proximidades de Abusir. Por otro lado, a partir del Reino Nuevo si es posible haya una cantidad de estos templos, como es el caso de Karnak, Abidos o Luxor.
Desde la XVIII dinastía es el momento en el cual se puede empezar a hablar de la creación de un tipo de templo clásico, que se encuentran estrechamente relacionado al gran poder que la clase sacerdotal había adquirido en la región. Esto supuso un gran esfuerzo por parte de la realeza para que se hiciera posible la construcción y su posterior resguardo de los grandes templos que han llegado hasta la era actual.