Por otra parte, una persona no solo puede dar testimonio de un hecho determinado a través de su palabra sino también, utilizando otros recursos tangibles de expresión, por ejemplo, mediante la escritura de un libro. Así ocurre, por ejemplo, en el caso de una autobiografía que muestra los datos más destacados de la vida de un artista y sus vivencias. Un hecho testimonial está marcado por la subjetividad de describir una vivencia desde el punto de vista del protagonista.
La vida se vive en primera persona, es decir, cada ser humano acumula una serie de vivencias, experiencias y recuerdos en su corazón de las que puede dar testimonio fidedigno a los demás. Estas vivencias que tienen un carácter testimonial cuando se comparten ante otras personas son muy enriquecedoras para potenciar sensatez o conocimiento.
Un ejemplo claro puede ser; a través de un mensaje testimonial una persona puede acceder a hechos que ocurrieron aunque no los viviera.
Por la parte familiar, la comunicación intergeneracional entre abuelos y nietos muestra el valor que tiene el diálogo entre personas de distintas generaciones que pueden enriquecerse mutuamente gracias a esta experiencia personal.