El whisky es llevado a un proceso de envejecimiento, en el que debe permanecer en barriles o toneles de roble unos 3 a 4 años, para luego ser embotellado, almacenado o de una vez ser vendido. Éste paso es fundamental ya que garantiza la calidad o no de la bebida.
Otro método de obtención de whisky es con esencias y destilados de origen vegetal, creándose así una bebida similar al whisky en cuanto a gusto y calidad se refiere.
Cuando hablamos del Whisky, el más popular es el Whisky Escocés. Otros tipos son el Irlandés; el Canadiense; el Bourbon y el Rye Whikey norteamericanos. Los whiskies escoceses son generalmente combinaciones o mezclas de diversos tipos de whiskies y toman la denominación de “blended whiskey».
El whisky escocés es seguramente el licor más conocido en todo el mundo; tanto es así que se fabrica, con muy buena calidad y con marcas propias, en países tan diversos como Japón (Suntory) y Argentina (Premium), el Scotch Whisky como también se conoce es inimitable debido a que solamente Escocia dispone de aguas de deshielos que provienen de formaciones rocosas de granito colorado.
El whiskey irlandés es más suave, sedoso y redondo que el escocés. El whiskey de Estados Unidos su sabor es modificado por el equilibrio entre los cereales, y adquiere durante su maduración en barriles de roble nuevo quemados un fuerte aroma a vainilla.
Las marcas más comunes y populares del Whisky son: Ballantine’s, Chivas Regal, JB, Jhonnie Walter, Royal Highness, Something Special, White House, The Breeder’s Choice y The Famous Grouse.