El sulfato cálcico dihidratado es conocido como «yeso natural«, «piedra de yeso» o «aljez». Desde la antigüedad se emplea este compuesto; los egipcios lo utilizaban para la argamasa y el estuco en las pirámides de Giza, los templos de Karnak y la tumba de Tutankamon. Otros usos son como fertilizante en terrenos secos y alcalinos, como lecho en el pulido de planchas de vidrio y como base en pigmentos para pinturas; también se utiliza en el cemento Portland.
Industrialmente, el yeso dihidratado se calienta perdiendo parte del agua y convirtiéndose en un polvo fino semihidratado, conocido como yeso o escayola de París o «yeso cocido«. Este al mezclarse con agua se hace una pasta que endurece formando moldes. Principalmente tiene uso médico ya que sirve de vendaje en una parte del cuerpo para mantenerla inmovilizada. Se puede emplear también como material de construcción, para hacer moldes en la fabricación de esculturas y estatuas, de cerámica, de placas dentales, entre otros.