En ese sentido, el beriberi puede ser húmedo o seco. El beriberi húmedo afecta la función cardiaca, llegando a producir, en los peores casos, insuficiencia cardiaca. Por otro lado, el beriberi seco, afecta el sistema nervioso, ocasionando daños en los nervios y pudiendo ocasionar pérdida de fuerza muscular e incluso parálisis muscular. Si la enfermedad no se diagnostica y se trata a tiempo, la misma puede causar la muerte del paciente.
Otro tipo de beriberi, pero muy poco conocido, es el beriberi genético, que es hereditario, transmitido por los padres a sus hijos. Quienes padecen este tipo de beriberi pierden la capacidad de absorción de la vitamina B1 al consumir los alimentos. Esto se puede manifestar o ir evolucionando con el tiempo, llegando a manifestarse (al igual que los síntomas) cuando la persona es adulta.
En el caso de los bebés, además de heredar la enfermedad, pueden padecer beriberi en etapa de lactancia, debido a que el cuerpo de su madre carece de vitamina B1 y éstos no reciben las cantidades necesarias. Asimismo, si el bebé es alimentado con fórmula o leches maternizadas, que no contienen suficiente vitamina B1.
La falta de vitamina B1 en el organismo, que es la principal causa de la enfermedad, puede ser provocada por dietas que sean desequilibradas, insuficientes o conservadas por mucho tiempo. También, por deficiencias funcionales del individuo afectado como diarreas o malabsorción. Del mismo modo, el alcoholismo, la anorexia, las cirugías gastrointestinales, la quimioterapia, la diálisis y tomar altas dosis de diuréticos, pueden ser causantes.
Los síntomas de la enfermedad varían de acuerdo a su tipo. Si es húmeda, se puede presenciar la frecuencia cardíaca muy rápida y la falta de aire al despertar, entre otros y si es seca, la persona puede sufrir parálisis, pérdida de sensibilidad en manos y pies, disminución de la función muscular.
La enfermedad puede ser diagnosticada a través una muestra de orina o mediante la evaluación de la cantidad de vitamina B1 presente en la sangre y se puede evitar consumiendo alimentos altos en vitamina B1 como los cereales integrales, tomate, huevo, remolacha, nueces, jugo de naranja, entre otros.