Algunos de los vegetales utilizados para la producción de bioetanol son: la caña de azúcar, remolacha, maíz, sorgo y de algunos cereales como la cebada o el trigo. En la actualidad, el bioetanol es el biocombustible de mayor producción en todo el mundo, utilizando cualquiera de las materias primas antes mencionadas.
Países como Brasil, extraen el bioetanol principalmente de la caña de azúcar. Y los Estados Unidos lo extraen del almidón de maíz. Ambos países son considerados los mayores productores de este combustible.
La utilización del bioetanol ha sido objeto de muchos debates ya que algunos piensan que a diferencia de los combustibles fósiles el bioetanol es sustentable y que ofrece ventajas ambientales económicas a largo plazo; mientras que otros consideran que la extracción de bioetanol ha ocasionado grandes deforestaciones y el incremento en el costo de los alimentos.
Este biocombustible ofrece una serie de ventajas, algunas de ellas son: es una fuente de combustible renovable, disminuye la dependencia del petróleo, es una fuente mucho más limpia de combustible, fácil de producir y reservar. Su utilización contamina menos ambientalmente, representando una opción viable al agotamiento de energías fósiles como el petróleo o el gas.
Sin embargo, la producción de bioetanol puede generar ciertos inconvenientes, algunos de ellos son: si este combustible es extraído de la caña de azúcar o maíz, esto ocasionaría graves impactos ambientales, su uso se encuentra limitado a motores de bajo rendimiento y baja potencia, los costos suelen ser más altos ya que se necesitan grandes espacios de cultivo.
Este biocombustible representa para el mundo (a pesar de los inconvenientes que su producción pudiera acarrear) un recurso de mucho futuro, lo importante es saber buscar el equilibrio entre su utilización y su producción y las consecuencias que desde el punto de vista agrícola y económico originan en muchos países.