La iglesia cristiana cataloga la cuaresma como un tiempo de arrepentimiento genuino y exhumación de culpa, de ahí las penitencias. Muchos de los fieles aprovechan esta celebración para la cercanía a Dios y Jesucristo. Tanto la abstinencia (no comer carnes rojas) como el ayuno, son costumbres durantes estos días, dichas costumbre fueron sembradas desde el siglo IV como un proceso de renovación en el cristianismo y se impartió durante años hasta nuestra actualidad, teniendo gran auge en los países occidentales.
La confesión y la oración también son parte influyente durante este lapso. Durante los primeros años de esta práctica (cuaresma) la duración era indefinida por lo cual a veces se componía de largas semanas y otras veces solo duraba unos cuanto días. Actualmente dura 6 semanas completas antes del domingo de pascua, para lograr así la penitencia de los 40 días sin interferir uno con otro. La última semana de la cuaresma es conocida como la Semana Santa, donde la penitencia por los pecados es partícipe en la ceremonia. En algunas regiones se tiene por costumbre vestirse de morado, andar sin calzado y cargar una cruz cual Jesucristo en su últimas horas de vida como representación de limpieza y purificación.
Las procesiones y las celebración también son muy comunes, donde los fieles promueven públicamente su vida religiosa, sin embargo y a pesar de que la iglesia insta al ayuno y hacer el bien, también son partícipes de la desigualdad al evitar que los no creyentes no sean partícipes de las procesiones y otros eventos religiosos propios de esta festividad religiosa.