Qué es un entrenamiento
Es el proceso de aprendizaje y desarrollo de habilidades y conocimientos específicos mediante la práctica, la repetición y la retroalimentación. Por ejemplo, el entrenamiento deportivo implica el desarrollo de condiciones físicas y de rendimiento, mientras que, en el ámbito laboral, el entrenamiento es funcional y refiere a la apropiación de habilidades y conocimientos pertinentes para desempeñar el trabajo de forma efectiva.
La preparación puede ser formal o informal, un ejemplo del segundo caso podría ser un entrenamiento en casa. La preparación formal suele involucrar a un entrenador, mentor o instructor el cual es guía en los objetivos a alcanzar. En ambos casos el objetivo principal es mejorar el desempeño y/o eficacia de un individuo en un área particular, lo que comúnmente impacta positivamente en su vida personal y/o profesional.
El término proviene etimológicamente del idioma latín, y se forma del prefijo inde- (de ahí), del léxico trahere (tirar, arrastras) y el sufijo -miento (instrumento, medio o resultado). También aparece el término en la aclamada película Día de entrenamiento.
Cuáles son los objetivos de un entrenamiento
Aunque popularmente se vincule el término con los referido a lo físico, la palabra varía según el ámbito en la cual se la utilice, ya que dependiendo del área en que se utilice el vocablo serán las actividades y objetivos a desarrollar y alcanzar.
Si se entrenan habilidades sociales su objetivo es mejorar la comunicación y relacionarse de manera efectiva con los demás. Algunas de sus habilidades a mejorar incluyen aumentar la capacidad para iniciar y mantener conversaciones, resolver problemáticas y entablar relaciones interpersonales positivas.
En cambio, al entrenar habilidades de liderazgo, el objetivo es desarrollar conocimientos para el correcto liderazgo y gestión de equipos. Este es un entrenamiento funcional que maximiza las capacidades para la motivación, inspiración, la toma de decisiones efectivas, etc. Generalmente se lo realiza con un entrenador profesional en la materia.
Si se quiere entrenar habilidades tecnológicas, el objetivo es aprender a desplegar técnicas en el uso de herramientas y tecnologías específicas. Algunos puntos a mejorar son la capacidad para utilizar software y hardware, y desarrollar habilidades en programación, y más.
Puede un individuo entrenar recursos referidos a actividades esenciales, o lúdicas o no necesariamente profesionales, en este caso los objetivos podrían ser adquirir conocimientos referidos a un videojuego, un juego de mesa, a la escritura, a realizar nuevos movimientos o prácticas (como caminar, vestirse, ir al baño), etc.
El entrenamiento puede estar asociado a otros seres vivos, por ejemplo, un entrenador de perros tiene como objetivo adiestrar y condicionar a estos animales.
Qué es un entrenamiento físico
Este es el proceso en el cual se realizan ejercicios y actividades físicas de manera planificada y estructurada con el objetivo de mejorar la condición física. La práctica puede ser llevada a cabo de forma autónoma, o mediante un entrenador físico capacitado que ayude a diseñar programas de entrenamiento físico personalizados para sus clientes.
Tipos de entrenamiento
Hay diversos tipos de entrenamientos físicos, los más relevantes son:
Entrenamiento de resistencia
También llamado aeróbico, tiene como objetivo entrenar y fortalecer la capacidad del cuerpo para aumentar la resistencia en ejercicios físicos durante un período de tiempo prolongado, es decir, se busca maximizar la resistencia a la fatiga. Lo que en este caso se realiza es mantener una frecuencia cardiaca alta y quemar carbohidratos, estas son actividades muy utilizadas en el entrenamiento militar.
Para entrenar la resistencia se suelen efectuar actividades aeróbicas, como correr, nadar, andar en bicicleta, y se enfoca en mejorar la capacidad del cuerpo para realizar actividad física a una intensidad moderada a alta durante largos períodos de tiempo, los deportes que más lo desarrollan son por ejemplo la natación o el running.
Entrenamiento de fuerza
Se denomina anaeróbico cuando el objetivo es la fuerza, es decir, el foco está puesto en mejorar la fuerza muscular y la capacidad del cuerpo para levantar, empujar o tirar objetos pesados. En este caso generalmente se hace uso de pesas, máquinas de entrenamiento de fuerza o el propio peso corporal, como ejercicios abdominales. Este tipo de ejercicios no necesariamente requiere de un entrenador personal.
Entrenamiento de velocidad
Consiste en la ejecución de ejercicios que ayudan a mejorar la rapidez de movimiento del cuerpo al momento de desplazarse, y para producir una fuerza máxima en un corto período de tiempo. Para realizar estos ejercicios se suele incluir sprints, saltos, carreras de velocidad y otros ejercicios explosivos. Estos son muy utilizados en el entrenamiento de fútbol.
Beneficios del entrenamiento físico
Entrenar físicamente permite los siguientes beneficios:
- Control de peso: la realización de ejercicios influye de manera fundamental en el control de peso y la prevención de enfermedades vinculadas al sobrepeso. Para ello es fundamental acompañar la actividad con una dieta acorde, ya que esta práctica fomenta la quema de calorías.
- Reduce el riesgo de enfermedades cardiacas: las actividades físicas fortalecen el corazón y mejoran la circulación del flujo sanguíneo. Por esto, se reduce el riesgo de afecciones como el colesterol alto, paros cardíacos, etc.
- Controla los niveles de azúcar en la sangre y de insulina del cuerpo: El ejercicio permite un control en los niveles de azúcar en la sangre. Esto puede reducir el riesgo de padecer síndrome metabólico y diabetes tipo 2. Y si ya tiene una de estas enfermedades, el ejercicio puede ayudarle a manejarla.
- Ayuda a dejar el tabaco: realizar ejercicios físicos puede facilitar dejar de fumar, ya que reduce las ansias y la abstinencia. Además, puede influir en la limitación de un probable aumento de peso por la reducción total de consumo de cigarrillos.
- Mejora la salud mental y el estado de ánimo: debido a que al realizar ejercicios el cuerpo libera sustancias químicas, como la serotonina, que influyen en la mejoría del estado de ánimo y por consecuencia permite al individuo sentirse más relajado. Esto ayuda también a contrarrestar el estrés y reduce los riesgos de depresión y de ansiedad.
- Fortalece los huesos y músculos: entrenar con regularidad ayuda a aumentar la fortaleza de los huesos de los niños y adolescentes. Mantener dicha actividad con el transcurrir de los años, posibilita reducir la pérdida de densidad ósea vinculada a la edad de las personas. Además, hacer actividades físicas de fortalecimiento muscular ayuda a maximizar o mantener la masa muscular y la fuerza.
- Dormir mejor: el entrenar físicamente ayuda a conciliar el sueño de manera más rápida, más eficaz y aumenta el tiempo de descanso.
- Mejora la salud sexual: en el caso de los hombres, reduce el riesgo de disfunción eréctil. Y para aquellos que ya se encuentran con tal problemática, el ejercicio puede beneficiar a una posible mejora en su función sexual. En el caso de las mujeres, el ejercicio suele aumentar la excitación sexual.
- Aumento de posibilidades de prolongar el tiempo de vida: estudios afirman que mediante la actividad física se puede reducir el riesgo de morir a causa de enfermedades vinculadas al corazón y ciertos tipos de cáncer. Y es que, un cuerpo ejercitado y cuidado físicamente tiene una mayor capacidad de resistencia a enfermedades y afecciones.
