Las primeras misiones de evangelización, como se muestra en la biblia, fueron indicadas por el propio Jesucristo. Este, al ser enviado por el mismo Dios, tenía la misión de anunciar la Buena Nueva de la llegada del nuevo mesías, además de convertir a los pueblos en creyentes de Dios. Jesús, con su conocido carisma, convence a los hombres de unirse en su tarea de llevar el mensaje de Dios, para así construir, constantemente la Iglesia. Además de rendir obediencia a Jesucristo, se estaría ayudando a los no creyentes a encontrar la “salvación”. Es una actividad que concierne a todos y cada uno de los miembros de la iglesia.
En los procesos de evangelización, básicamente, se comparte la idea de la resurrección de Jesucristo, además de un poco de la vida y obra del mismo. Por lo general, eso se hace de forma muy breve y con un corto período de tiempo, puesto que el oyente puede caer en el tedio. Por parte de la Iglesia católica, debido al masivo aumento de personas que abandonan la fe cristiana, se ha decido renovar los métodos de evangelización, haciéndolos similares a una charla de asuntos cotidianos.