Entre sus principales características resalta el hecho de que conecta la cavidad bucal y las fosas nasales con el esófago y la laringe respectivamente, además de que a través de esta se da el paso del y los alimento, razón por la cual forma parte tanto del sistema digestivo como del respiratorio, siendo Una pieza cartilaginosa denominada como la epiglotis la responsable de separar las dos vías.
Dentro de la faringe es posible reconocer tres zonas y son las siguientes. La faringe inferior, llamada también laringofaringe o hipofaringe, ésta se extiende desde el límite con el esófago hasta debajo de la epiglotis. Faringe media, orofaringe o bucofaringe la misma se forma entre la epiglotis y el velo del paladar. Finalmente la faringe superior, nasofaringe o rinofaringe, se ubica desde el velo del paladar hasta la parte posterior de la cavidad nasal.
En cuanto a sus funciones, la faringe interviene en el proceso de la respiración, puesto que como se mencionó anteriormente el aire pasa a través de ella, de igual forma participa en la deglución, asi comno en el caso anterior el bolo alimenticio ingresa por la boca, atraviesa la faringe y continúa su camino hasta el esófago, además de ello participa en el proceso conocido como fonación, actuando en este caso como resonador, en menor medida interviene en la audición ya que dicha estructura se encuentra unida a la trompa auditiva.
Por otro lado entre las patologías y los trastornos que pueden afectar a la faringe, destaca la faringitis ya que por lo general es una de las más frecuentes. Ésta se presenta en el momento en el que la mucosa que rodea la estructura se inflama, lo que genera serias dificultades para deglutir entre otros problemas. La faringitis puede presentarse a causa de una infección que la genera un virus o una bacteria o incluso a causa de una reacción alérgica.