Para saber el origen del término mentoring es necesario remitirse a la mitología griega. Esto se debe a que Méntor era el amigo íntimo de Ulises, quien fuese el protagonista de la Odisea escrita por Homero. Justo antes de que Ulises partiera hacia Troya, le pidió a Méntor que se ocupara de preparar a su joven hijo llamado Telémaco para fuera este quien le suplantará como rey de Itaca. Méntor se vio en la obligación de cumplir diversas funciones, como por ejemplo la de padre, maestro, modelo a seguir, consejero asequible y fiable, inspirador y estimulador de retos de una manera que Telémaco se transformara en un rey muy sabio, bueno y sensato.
El objetivo que tiene dicha estrategia es optimizar los recursos humanos con los que cuenta una empresa poniendo en contacto a dos profesionales, ya que la dinámica consiste en que uno de los participantes quiere enseñar lo que sabe y el otro está dispuesto a aprender de dichas enseñanzas. Un mecanismo muy parecido y con cierta similitud es el que ocurre en el proceso denominado como coaching.
En la actualidad el mentoring se ha puesto de moda sin embargo cabe acotar que se trata de una práctica muy antigua. A lo largo de la historia del hombre, el maestro en un oficio siempre ayuda al principiante para que éste pueda desarrollar su carrera profesional.