En la antigüedad era una herramienta utilizada para moler ciertos alimentos, como la papa, zanahorias, entre otros, posteriormente con el desarrollo de la agricultura se empezaron a moler distintos tipos de cereales. Con respecto a los molino de trigo se cree que en inicialmente el trigo era molido por medio de morteros y fue a partir de esto que surgieron los denominados molinos de tracción de sangre, es decir que se utilizaban a los animales para poder movilizar al molino. Posteriormente para la época del imperio romano hay datos que afirman de la existencia de molinos de agua, de los cuales el imperio hacía uso de los mismo para moler ciertos alimentos.
La forma más común de los molinos funcionar para moler grandes cantidades de granos y que es básicamente la misma desde tiempos antiguos, es mediante el uso de una gran roca que se encontraba fijada al molino con forma de círculo la cual podía superar los ocho metros de altura, en conjunto con otra roca de similar tamaño debajo de la primera, debido a que la segunda piedra no se encontraba fijada debía moverse sobre la otra para así tritura lo que se colocara en el molino, para hacer posible el movimiento de dicha roca, era necesario el uso de la energía, por ello se recurría a los recursos que la naturaleza ha brindado siempre en este caso pudiendo ser agua, viento e incluso animales y en casos donde los molinos fueran de menor tamaño, simplemente se utilizaban las manos. El material se debía colocar en el molino a través de un agujero en el centro del mismo y el material resultante debía salir por los lados, una vez hecho esto se recolectaba dicho producto y se elaboraron distintos alimentos.