Qué es la sangre
Es, en términos generales, el fluido rojo que se encuentra dentro de los seres humanos y muchos otros seres vivos. Este es un tejido vivo que se conforma por diferentes elementos como agua, sales, proteínas, glóbulos (rojos y blancos), plaquetas y demás.
Al ser un elemento fundamental para la existencia, suele estar relacionado a simbolizaciones, frases, hechos religiosos y demás. Por ejemplo, frases populares como “fuego en la sangre” o “sangre, sudor y gloria”, refiriéndose de forma metafórica a las sensaciones o actitudes.
En el contexto religioso, específicamente en la teología cristiana, se recita la oración de la sangre de Cristo, para pedir protección a Dios.
El vocablo etimológicamente deriva de la palabra latina sanguis, que se refiere a suave.
Funciones de la sangre
Este fluido vital circula por todo el cuerpo humano por vía del sistema circulatorio y desempeña una gran variedad de funciones fundamentales para el cuerpo. Algunas de estas son:
- Transporta el oxígeno desde los pulmones hasta llegar a todas las partes y tejidos del cuerpo. Mediante la hemoglobina, elemento de los glóbulos rojos, se une al oxígeno y lo lleva a los tejidos con el objetivo de inferir en la producción de energía.
- Además de transportar oxígeno, traslada una gran diversidad de nutrientes importantes como la glucosa, los aminoácidos, las vitaminas, entre otros elementos fundamentales para el cuerpo. Estos nutrientes permiten, por ejemplo, que un cuerpo se recupere de una enfermedad o herida de manera acorde, que tenga la energía necesaria para su autonomía, que todas sus partes puedan cumplir sus funciones de manera debida, etc.
- Se desempeña también en la eliminación de los desechos y subproductos del metabolismo celular a los órganos encargados de su eliminación, como los riñones y los pulmones. De tal manera, el cuerpo logra eliminar todas aquellas toxinas que no son de utilidad para el bienestar del cuerpo.
- Infiere en la regulación de la temperatura corporal, transportando el calor generado por el cuerpo hacia la superficie de la piel, donde se disipa. Esto permite regular el calor del cuerpo según los diferentes contextos en los que el ser humano se encuentre.
- Las células blancas que se encuentran en este fluido, ayudan a combatir las infecciones y las enfermedades. Su función es atacar y destruir los microorganismos invasores y otros agentes patógenos o extraños al cuerpo.
- Participa fundamentalmente en la coagulación, este proceso evita que se produzca una pérdida excesiva de sangre en caso de lesión.
Características de la sangre
Este fluido corporal vital que circula por todo el cuerpo humano a través del sistema circulatorio posee diversas características.
Propiedades físicas y químicas
Entre sus propiedades químicas más importantes se encuentra la transportación de gases como oxígeno y dióxido de carbono, nutrientes y desechos. Y la regulación equilibrada de electrolitos en el cuerpo, estos son minerales influyentes en la cantidad de agua en el cuerpo, el nivel de pH, en el sistema nervioso, muscular, cardíaco, y más.
El pH de la sangre oscila dentro de un rango estrecho de 7,35 a 7,45. El nivel de pH (ácido/base) en el cuerpo es significativo ya que es importante para el correcto funcionamiento de los procesos biológicos dentro del organismo, como mantener vivas las bacterias favorables para los intestinos.
En cuanto a las propiedades físicas, este es un líquido no newtoniano, lo que significa que su viscosidad depende de la fuerza aplicada. Aunque es de carácter densa y pesada, específicamente alrededor de 1,06 g/mL, principalmente es debido a la presencia de células sanguíneas y proteínas dentro de sí lo que le confiere una viscosidad relativamente alta. Esta cualidad es importante porque garantiza el flujo adecuado a través de los vasos sanguíneos y previene la formación de coágulos de sangre en sectores sanguíneos.
La cantidad de este líquido en el cuerpo humano varía según diversos factores (edad, sexo, masa corporal, etc.), sin embargo, el promedio es de aproximadamente 5-6 litros en personas adultas. Dicha medida es importante para garantizar una favorable oxigenación y el correcto suministro de nutrientes a los tejidos del cuerpo.
Composición de la sangre
Este fluido se compone de células sanguíneas (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas) y plasma sanguíneo (agua, proteínas, electrolitos y otros nutrientes).
Tipos de sangre
Tradicionalmente se especifican cuatro tipos de grupos sanguíneos, las cuales son congénitas y no varían, no pueden ser elegidas a lo largo de la vida. Estos grupos son: A, B, AB y O.
Circulación de la sangre
La circulación sanguínea mantiene al cuerpo con vida y permite su correcto funcionamiento, su recorrido alcanza todas las partes del cuerpo mediante el sistema de circulación que se compone de: arterias, venas y capilares sanguíneos.
El recorrido comienza en el corazón, desde allí la sangre oxigenada va hacia las arterias, luego se ramifican en arteriolas más pequeñas y desde las arteriolas se ramifican aún más en capilares, que son los vasos sanguíneos más pequeños y donde ocurre el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono con las células del cuerpo.
Posteriormente, el flujo sanguíneo pobre en oxígeno regresa a través de las venas hacia el corazón, desde donde envía a los pulmones para la oxigenación. Todo este circuito suele demorar aproximadamente un minuto, dependiendo de las condiciones del individuo.
Presión sanguínea
Este es el concepto que refiere a la fuerza que el torrente sanguíneo ejerce sobre los espacios por los que circula para distribuirse por todo el cuerpo, es decir, es el ritmo de la circulación permanente y constante del flujo sanguíneo. Este ritmo puede variar dependiendo de diversos factores y contextos.
Esta presión puede ser de dos tipos: la presión venosa, es decir, el ritmo en las venas, y la presión arterial, la fuerza en las arterias. Los valores considerados normales dentro de los parámetros médicos para humanos es de 90/55 mm Hg hasta 119/79 mm Hg.
Donación de sangre
Este es un acto voluntario que implica proporcionar dicho flujo a otra persona que la necesita debido a afecciones médicas que requieren de tal transfusión, como pacientes con cáncer, enfermedades del corazón, trastornos sanguíneos y accidentes traumáticos. Este proceso se realiza en centros médicos o instituciones enfocadas en dicha práctica.
Para poder ser donante de sangre, la persona voluntaria debe someterse a un análisis de sangre para descartar problemas de salud, como por ejemplo presentar un nivel bajo de hierro en la sangre. Además de eso, el donante no debe tener antecedentes de enfermedades infecciosas como la hepatitis. Generalmente, la extracción ronda los 450-500 ml de fluido sanguíneo.
Problemas y enfermedades de la sangre
Prácticamente en el estudio de cualquier enfermedad se hace casi imprescindible la realización de un estudio de sangre e incluso se hace presente señalando tales, por ejemplo:
- El sangrado en el embarazo puede ser causas de complicaciones e incluso consecuencia de aborto natural.
- La sangre en la orina puede indicar afección en los riñones o en el conducto de las vías urinarias, como en el caso de ciertas infecciones.
- Las heces con sangre en este caso suelen anunciar una fisura anal, una afección inflamatoria intestinal, u otras enfermedades.
- El vómito con sangre se da generalmente debido a una úlcera en el estómago o alguna otra zona del sistema digestivo, sin embargo, puede darse debido a otras enfermedades.
- En el caso de la flema con sangre, puede darse en enfermedades respiratorias leves, o en otras infecciones o enfermedades vinculadas con el sistema respiratorio.