El estereotipo de trogloditas fue la consecuencia de diversas conjeturas realizadas por historiadores a partir de las pinturas rupestres que esos individuos prehistóricos dejaron como herencia. Dichos dibujos hacen ver a las personas que los crearon como seres que habitaban en cuevas, individuos solitarios, mezquinos y de razonamiento bruto, tales hechos han dado como resultado que se les represente como individuos de naturaleza salvaje, de poca inteligencia y sin ningún sentido de delicadeza y por lo tanto muy hostiles si se les llegase a enfrentar, en lo que respectaba a su aspecto físico son comúnmente personificado como seres con mucho pelaje en su cuerpo, de barba larga y muy negligentes en cuanto a su aseo. Los expertos aseguran que en lo que a su vestimenta se refiere, éstos utilizaban pieles de animales para cubrir su cuerpo y de esa forma protegerse de las inclemencias del clima.
En la actualidad los avances tecnológicos han permitido descifrar el tipo de vida que llevaba un estilo de vida de cazador y recolector, sin embargo se han entablado debates en cuanto a si vivían o no en cuevas o simplemente eran lugares en donde se solían reunir para llevar a cabo sus rituales, dichas discusiones se fundamentan en el hecho de que los trogloditas eran seres que se mantenían en constante movimiento por lo tanto se hace extraño que se erradicaran en un solo sitio.
En la actualidad el término troglodita es utilizado para definir a aquellas personas que tienen una actitud poco civilizada o en su defecto que divergen en cuanto a los valores y hábitos que son impuestos por la sociedad. Un ejemplo de una persona considerada como troglodita es aquella que no posee ningún tipo de hábitos de higiene como por ejemplo bañarse y lavarse los dientes, de igual forma una persona que mastica con la boca abierta puede ser señalado como troglodita.