Por lo general las relaciones entre los vecinos suele ser de cordialidad y respeto, elementos importantes si se desea tener una buena convivencia, cabe mencionar que una familia puede vivir años cerca de otras, por lo que con el transcurrir del tiempo, las relaciones con los vecinos se fortalecen.
En los edificios, el vínculo con los vecinos son necesarios e inevitables, ya que cuentan con espacios comunes, como un parque, el ascensor, el estacionamiento, etc. En los edificios existe lo que se llama junta de condominio, esta se encuentra integrada por un grupo de vecinos (los cuales son elegidos, a través del voto de todos los residentes del inmueble), quienes se reúnen cada cierto tiempo para discutir temas relacionados con el mantenimiento y pago de los servicios del edificio.
En los barrios y urbanizaciones está la figura de asociación de vecinos, la cual se preocupa porque en su comunidad los servicios públicos (agua, electricidad, aseo urbano) funcionen bien, además de atender los problemas de inseguridad que existan en el vecindario.
En fin, los vecinos son como unos segundos familiares, ellos pueden brindar ayuda en caso de una emergencia, a ellos se les puede encargar la casa (si son de confianza) en caso de salir de viaje. Sin embargo, no todo es color de rosa, existen vecinos que suelen ser problemáticos, escandalosos, que no saben respetar las normas de coexistencia; en este caso las relaciones con ellos pueden que no sean de mucha cordialidad.
