Qué es égloga
La definición de égloga expresa que esta es un tipo de poesía lírica pastoril que se realiza mediante diálogos (en donde intervienen dos o más personajes) o a través de monólogos enfocados en el contexto amoroso y en las vivencias del campo.
Es una pieza teatral desarrollada en un solo acto y en donde la música y la naturaleza son los protagonistas.
Dentro del significado de égloga es posible encontrar un tipo de poesía en donde los poetas pueden expresar sus reflexiones, estados de ánimo o sentimientos en forma de verso.
La palabra «égloga» se deriva del griego «eklogé«, que significa «escogido».
El origen de estas composiciones poéticas data de la antigua Grecia y su primer cultor es Teócrito de Siracusa, uno de los poetas más representativos del Helenismo.
Una de las primeras obras creadas por este poeta fue Idilios, obra que se encontraba compuesta por treinta pequeños poemas, donde el campo, los bosques, el amor y las canciones pastoriles fueron sus principales protagonistas.
Características de la égloga
- Las églogas son del género lírico.
- El tema principal es el amor.
- Debe contar con personajes pastoriles, quienes son los que narran sus pensamientos, amores y lamentos.
- Las historias que se narran, al ser cortas, no requieren que los personajes realicen cambios de vestuario ni de escenarios, como sucede con obras de teatro comunes.
- Se encuentra orientada hacia la vida del campo.
- El lenguaje empleado es por lo general sencillo y natural.
- Se caracteriza por su musicalidad y ritmo poético.
- Las églogas, en la mayoría de los casos se expresan en forma de diálogo, sin embargo, también pueden realizarse en forma de monólogo pastoril.
Estructura de la égloga
- Una égloga está compuesta por 30 estrofas de 14 versos cada una. Estos versos pueden ser heptasílabos (siete sílabas) o endecasílabos (11 sílabas).
- Se inicia con la presentación de los personajes, ya sea por el autor o por ellos mismos.
- Luego los personajes comienzan a expresar sus sentimientos en forma poética.
- Al finalizar el autor da una conclusión de la obra realizada.
Autores reconocidos
A través de la historia, desde la edad antigua hasta la época moderna, han sido varios los autores que han desarrollado el género de la égloga.
Algunos de ejemplos de églogas y sus autores son:
- Virgílio y su obra “Bucólicas”
Virgílio fue un poeta romano y uno de los autores más significativos de la literatura latina. Fiel admirador de los poetas griegos, especialmente de Teócrito de Siracusa de quien se inspiró para crear su obra “Bucólicas”. Estas son un conjunto de diez poemas que marcaron el inicio de Virgilio en el mundo de las églogas y en donde todos los temas estaban enfocados en el paisaje silvestre, el canto de los pastores y sus amoríos. Virgilio en sus obras inserta elementos autobiográficos, que hacen que cada personaje imaginario, tenga un personaje real oculto. En Las «Bucólicas» de Virgilio, los personajes creados no son los típicos campesinos ordinarios ni ignorantes, más bien son seres educados que tienen conocimiento sobre poesía, música y mitología, son poetas disfrazados de pastores.
- Garcilaso de la Vega y su obra “Égloga de los dos pastores”
Garcilaso de la Vega fue un poeta español, catalogado como uno de los escritores más importantes de España. Su principal obra es la égloga de los dos pastores, obra que refleja la pasión de Garcilaso por una dama, cuya muerte le afectó mucho y lo inspiró a crear este poema. En la égloga, Garcilaso plasma una especie de biografía sentimental en donde expresa sus sentimientos a través de dos pastores, quienes en lugar de vigilar a las ovejas, se la pasan cantando y lamentándose por un amor inalcanzable, ya sea porque la dama no le corresponde o porque ha muerto.
- Teócrito de Siracusa y su obra “Idilios”
El poeta griego Teócrito fue uno de los primeros en crear estas composiciones poéticas, destacándose como uno de los grandes poetas del período helenista. Su más importante obra fue Idilios, obra compuesta por pequeños poemas inspirados en la naturaleza y en los amores pastoriles. Son poemas cuyo tema principal es el amor y el erotismo y en donde resaltan la música y los cánticos.
- Lope de Vega y su obra “La Arcadia”
Fue un escritor español que hizo grandes aportes a la literatura española. La Arcadia es la primera obra de su autoría, es una obra pastoril que abarca varios poemas. En la obra Arcadia, el autor narra la historia en primera persona, es decir se incluye en ella y muestra las vivencias de Sincero, el personaje principal, un pastor que a raíz de una desilusión amorosa y política, decide mudarse de la ciudad e irse a vivir a Arcadia, legendaria ciudad griega.
Ejemplos de égloga
Algunos ejemplos de églogas en la literatura son:
Ejemplo corto de una égloga:
Ilustre y hermosísima Maria.
Que en mí de celebrar tu hermosura
tu ingenio y tu valor estar solía,
a despecho y pesar de la ventura
que por otro camino me desvía,
está y estará en mí tanto clavada,
cuanto del cuerpo el alma acompañada.”
Garcilaso de la Vega
“Bucólicas” de Virgilio
“Títiro, tú, recostado al amparo de un haya frondosa,
ensayas en tu delgado caramillo silvestres melodías;
nosotros dejamos los confines de la tierra natal y las queridas campiñas;
y nos exiliamos de nuestra tierra;
tú, Títiro, a la sombra, despreocupado,
enseñas a la bella Amarilis a hacer resonar el monte”.
“Oh Melibeo, un dios nos ha creado estos ocios,
porque él será siempre para mí un dios;
un tierno cordero de nuestros apriscos ensangrentará siempre su altar.
Como ves, él ha permitido pacer tranquilas a mis vacas
y a mí mismo tocar lo que quiera en una rústica caña”.
“El dulce Lamentar de dos Pastores” de Garcilaso de la Vega
“¡Oh más dura que mármol a mis quejas,
y al encendido fuego en que me quemo
más helada que nieve, Galatea!
Estoy muriendo, y aún la vida temo;
témola con razón, pues tú me dejas,
que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.
Vergüenza he que me vea
ninguno en tal estado,
de ti desamparado,
y de mí mismo yo me corro agora.
¿De un alma te desdeñas ser señora,
donde siempre moraste, no pudiendo
de ella salir un hora?
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo…”
“Corrientes aguas, puras, cristalinas,
árboles que os estáis mirando en ellas,
verde prado, de fresca sombra lleno,
aves que aquí sembráis vuestras querellas,
hiedra que por los árboles caminas,
torciendo el paso por su verde seno:
yo me vi tan ajeno
del grave mal que siento,
que de puro contento
con vuestra soledad me recreaba,
donde con dulce sueño reposaba,
o con el pensamiento discurría
por donde no hallaba
sino memorias llenas de alegría”.